sábado, 14 de marzo de 2009

PERRO PELON MEXICANO




De la diversidad de perros existentes en este período, es necesario hacer especial referencia al perro conocido como XOLOITZCUINTLE o Perro Pelón Mexicano, raza de origen muy antiguo, que existe hasta la actualidad, conservando su característica principal, que como su nombre indica es de ser sin pelo, a excepción de pocas cantidades en la cabeza, patas y cola.

De esta etapa histórica existen figuras de cerámica que representan este perro, y además en años recientes se han encontrado evidencias arqueozoológicas pertenecientes, sin ningún género de dudas, a perros pelones mexicanos.

Estos perros nunca fueron animales abundantes, y es lógico suponer que no toda la gente tenía acceso a ellos, ni estaba abierta su utilización para cualquier actividad, ya que estaban asociados a contextos rituales, siendo por esto, limitado el uso de los mismos para actividades domésticas, y no como las otras razas, que se utilizaban como alimento, protección y carga; el xoloitzcuintle tuvo participación en estas actividades en muy bajo grado, ya que esta raza estaba asociada a lo divino, siendo el significado de su nombre "perro del Dios Xololt".

Parecen haber sido siempre perros poco comunes y su condición de raza se mantuvo gracias a su carácter pelón dominante, y no por interés humano en la crianza selectiva. Su uso estaba limitado a ciertas actividades religiosas, en ritos fúnebres u ofrendas, pero no era considerado una deidad viviente, en lo cual se diferenciaron de los Egipcios que consideraban a los gatos como la representación viviente de la Diosa Bast.

El Xoloitzcuintle de la época pre-hispánica era de talla media con una alzada de unos 40 cms. y 70 cms. de longitud cabeza-cuerpo. Según algunos estudiosos de esta especie, el chihuahua es producto de la mezcla de los Xolos con terrier.

En conclusión, los toltecas y aztecas , llegaron a considerar que el amor más puro y no egoísta era el del perro hacia su amo, quien al morir era enterrado con su can, al creer que el noble animal intercedería ante el Dios de la Muerte, y le explicaría las buenas obras de sus amos.

Hoy en día, la ofrenda a ese amor incondicional, se realiza en el altar del agradecimiento de los corazones, para estos fieles compañeros que a través de la historia han prestado su servicio en el trabajo, y además han sido compañía fiel y desinteresada para el ser humano.