miércoles, 1 de abril de 2009

CONVIVIMOS


Durante nuestra vida convivimos, muchas veces con sensaciones, sin quererlas o desearlas, pero también con otras que no valoramos en la medida que se merecen.
Convivimos con: la angustia, el dolor, la duda, la soledad, la ansiedad, la mentira, el temor, el rechazo, el desprecio, la venganza la propia y la ajena, con el silencio, con el mal, con el rencor, con la rutina, con los desencantos, con los prejuicios, con la falta de humildad, con la ausencia de valores y principios, con la critica nuestra y la de ellos, con la ingratitud, con soberbia de los inútiles que no pueden amar, con la incomprensión, con la inseguridad, con la falta de ilusión, con el conformismo, con el odio, con el olvido, con la pérdida, con la falta de libertad, con el pasado sin resolver, con la indiferencia, con los malos pensamientos, sin el perdón, con la envidia del otro y la de uno, con la falta de Fe, sin un rumbo a seguir, con la impaciencia, con el mal humor de uno y el de los demás, con la impotencia de no poder, con el aburrimiento, con la palabra demás...

Pero, siempre hay un pero, también convivimos, con el humor, con la alegría, con la risa de uno y la de los demás, con los colores que nos traen paz y armonía, con el sol que nos da energía, con la lluvia que no nos molesta, de las caminatas por la tarde, con las sorpresas agradables, con las primeras brisas de primavera y con cada una de las estaciones del año que nos enseñan entre otras cosas, no todo es frío o calor, con la posibilidad de conocer la felicidad, de dar amor y de ser correspondido, con la búsqueda de la verdad, con la imaginación, con el bien, con un futuro mejor construido por uno, con el cariño, con el amor, con los afectos, con los abrazos, con las caricias, con la amistad, con charlas placenteras con amigos, con el compañerismo, con la lealtad, con la Fe, con proyectos posibles e imposibles, con las distintas manifestaciones del arte, con la lectura, la música que nos transporta a lugares que uno solo conoce, con fragancias y perfumes que nos dan lugar al placer, con los recuerdos nostálgicos, y con el otro...

Uno, siempre uno, será el que finalmente decida con que quiere convivir...

VALIOSA LECCIÓN: NO METER EL DEDO EN EL TANQUE



Un hombre decidió meter el dedo en el tanque de nafta de su auto. Lo sacó cuatro horas después con ayuda de los bomberos.

Victor Harris de 25 años estaba cargando un aditivo para nafta en su Lincoln Navigator. Al parecer un papel proveniente del envase se metió accidentalmente en el tanque. Intentando quitarlo metió su dedo índice y después no le fue posible sacarlo.

"Tres horas más tarde empecé a perder sensibilidad en la mano y me puse muy nervioso", explicó. Pasaron cuatro horas hasta que los bomberos de Saginaw se apersonaron en la escena. Tuvieron que cortar un tramo del conducto del tanque de nafta. De esta forma pudieron trasladar a Harris al hospital St. Mary's dónde los médicos lograron desprender el dedo.

Si bien estaba avergonzado se tomó la contingencia con bastante buen humor. Explicó que la reparación del Lincoln le iba a costar bastante dinero y que jamás volvería a meter un dedo en un tanque de nafta.

MULTADO PORQUE SU FORD T NO TIENE VELOCÍMETRO



Un hombre recibió una multa por exceso de velocidad manejando su Ford T de 86 años.

Un conductor de Coventry, Gran Bretaña, fue filmado andando a 55 kilómetros por hora en una zona de 50. Dave Stanisfield, de 67 años, propietario de una auténtica reliquia automotriz explicó que "a lo sumo puede ir a 50 kilómetros por hora. Cuando era nuevo podía ir más rápido pero es un auto de 90 años".

Stanisfield, mecánico retirado, apeló en la corte la multa de 90 dólares y la pérdida de tres puntos en su licencia de conducir. El hombre explicó que no puede probar a qué velocidad transitaba porque su auto no tiene velocímetro, pero que está seguro de que no iba a más de 50.

"No soy un niño corredor. Soy un hombre de 67 años arriba de auto de 86. No suelo correr carreras", dijo. Sin embargo -por haber apelado la multa- perdió los tres puntos de su licencia y deberá pagar cerca de 200 dólares.