martes, 29 de diciembre de 2009

UN POCO DE LUCHA



Un día un viejo campesino fue a a ver a Dios y le dijo:
"Mira, tú serás Dios y habrás creado el mundo., pero hay una cosa que tengo que decirte: no eres un campesino. No conoces ni siquiera el ABC de la agricultura, tienes algo que aprender..."

Entonces, Dios le dijo: "¿Cuál es tu consejo?"

El granjero contestó: "Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo creo y veamos qué pasa. La pobreza no existirá más." Dios aceptó y le concedió al campesino un año.

Naturalmente, pidió lo mejor y sólo lo mejor; ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el grano. Todo fue confortable, cómodo, y él era muy feliz. El trigo crecía altísimo. Cuando quería sol, había sol, cuando quería lluvia, había lluvia, había tanta lluvia como hiciera falta. Ese año todo fue perfecto, matemáticamente perfecto.

El trigo crecía tan alto que el campesiono fue a ver a Dios y le dijo: "Este año tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en diez años, aún así tendremos comida suficiente".

Pero cuando recogió la cosecha, los granos estaban vacíos. El granjero se sorprendió.

Le pregunto a Dios: "¡Qué error hubo!, ¿qué pasó?"

Dios dijo: "Como no hubo desafío, no hubo conflicto ni fricción, como tú evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente. Las tormentas, los relámpagos, son necesarios porque sacuden y fortalecen el alma del trigo"

Autor desconocido