martes, 15 de marzo de 2011

LO EFÍMERO DE NUESTRA VIDA



Si pudiésemos tener consciencia de lo efímera de nuestra vida, tal vez pensaríamos dos veces antes de ignorar las oportunidades que tenemos de ser y de hacer a los otros felices. Muchas flores son cortadas muy pronto; algunas apenas pimpollo. Hay semillas que nunca brotan y hay aquellas flores que viven la vida entera hasta que, pétalo por pétalo, tranquilas, vividas, se entregan al viento.


Pero no tenemos como adivinar. No sabemos por cuanto tiempo estaremos disfrutando este Edén, tampoco las flores que fueron plantadas a nuestro alrededor. Y nos descuidamos a nosotros mismos y a los otros.

Nos entristecemos por cosas pequeñas y perdemos un tiempo precioso. Perdemos días, a veces años. Nos callamos cuando deberíamos hablar, y hablamos demasiado cuando deberíamos quedar en silencio.

No damos el abrazo que tanto nos pide nuestro corazón porque algo en nosotros impide esa aproximación. No damos un beso cariñoso "porque no estamos acostumbrados a eso" y no decimos lo que nos gusta porque pensamos que el otro sabe automáticamente lo que sentimos.

Y pasa la noche y llega el día; el sol nace y adormece, y continuamos siendo los mismos. Reclamamos lo que no tenemos, o que no tenemos lo suficiente. Cobramos, a los otros, a la vida, a nosotros mismos, y nos consumimos, comparando nuestra vida con la de aquellos que poseen más. ¿Y si probáramos compararnos con aquellos que poseen menos? Eso haría una gran diferencia!

Y el tiempo pasa. Pasamos por la vida y no vivimos. Sobrevivimos, porque no sabemos hacer otra cosa. Hasta que, inesperadamente, nos acordamos y miramos para atrás. Y entonces nos preguntamos: ¿Y ahora? Ahora, hoy, todavía es tiempo de reconstruir alguna cosa; de dar un abrazo amigo; de decir una palabra cariñosa; de agradecer por lo que tenemos.

Nunca se es demasiado viejo, o demasiado joven, para amar, para decir una palabra gentil, para hacer un cariño. No mires para atrás. Lo que pasó, pasó. Lo que perdimos, perdimos. Mira hacia adelante! Todavía hay tiempo de apreciar las flores que están enteras a nuestro alrededor.

Todavía hay tiempo de agradecer a Dios por la vida, que aunque efímera, aún está en nosotros.

Autor desconocido



PERRO GUÍA TIENE PERRO GUÍA

Un servicial perro guía para ciegos perdió la vista y le asignaron su propio perro guía.


Graham Waspe, un británico ciego, quedó devastado cuando su fiel perro Edward que lo había ayudado a trasladarse durante los últimos seis años, perdió la vista. Así que, decidido a no perder la compañía de su amada mascota, compró un nuevo perro lazarillo para que sea los ojos de los dos.

"Mi esposa y yo lloramos cuando supimos que Edward perdería la vista, pero estamos determinados a seguir cuidando de él", explicó Graham de 60 años. Edward y Opal, el nuevo integrante de la familia, se llevan muy bien y pasan juntos también sus ratos de merecido descanso.

Edward, de 8 años de edad, es un perro muy saludable fuera de su problema de visión y gracias a la ayuda de Opal sigue llevando una vida normal. El inusual trío recorre las escuelas recaudando fondos para la organización Guide Dogs.