jueves, 25 de junio de 2015

15 ANIMALES QUE TE LEVANTARAN UNA SONRISA.


Nuestras mascotas nos alegran el día, sí, pero hay otros animales que solo de verlos ya se nos forma una sonrisa en la cara. Mira estos, que son muy graciosos y te alegrarán el día.
Pececito

Un pez. ¿Cómo puede sonreír un pez? No lo sabemos, pero queda de lo más entrañable, y es algo que nos llega hasta la patata. No sabemos si los peces tienen sentimientos. Lo que sí sabemos es que este pez está muy contento de verte y por eso te mira con sus enormes ojos azules. Si te fijas, es un pez globo.

Así que por lo menos, sabemos que está contento. Si no, tendría todas las púas en modo de defensa. Más de uno habrá querido un pez de estos, pero te aseguramos que luego puede que no se considere la mascota ideal, porque no te sonreirá todos los días, y tampoco podrás acariciarlo muy a menudo. Así que como última opción, puedes poner su foto como fondo de pantalla.

 Cuando tus mascotas salen mejor que tú

Hay que reconocerlo: algunas personas saben posar, y otras no. Y lo mismo pasa con los animales. Por eso, puede entrarnos una envidia tremenda, cuando vemos a estos dos perros que son tan fotogénicos. Sobre todo el de atrás, que parece un ligón de cuidado, porque hasta te guiña el ojo.

Es como si estuvieras viendo a tus amigos de universidad: está el guapo de detrás, que no se esfuerza en ser guapo, sino que lo es, y luego tienes al amigo feo que, por lo menos, es algo gracioso, y lo recordarás de esa forma, como el entrañable de la clase. Hay mascotas para todo, pero en esa casa debe de haber una lucha de egos tremenda.

 A gusto

Sí, esa es la cara de gusto que pones, cuando en invierno estás en tu edredón suave y blandito. Y cuando en verano estás echándote la siesta, mientras una pequeña brisa entra por la ventana. ¿verdad? La cara de este hámster es ideal, y si hasta ahora no nos habíamos planteado tener uno, seguro que ahora sí.

Porque los hámsters, aunque no lo parezcan, son seres entrañables y muy graciosos, y se les coge cariño como a los que más. Y sobre todo, si te ponen caritas como esta, que no puedes resistir para nada. ¿A qué esperas para ir a la tienda y agenciarte un par? Si crían, tendrás miles de sonrisitas de estas.
 La felicidad de un perro

La felicidad de un perro, siempre es de agradecer, pues son nuestros mejores amigos. Ya sea porque están en el parque, o porque están jugando, puede que los perros no sepan sonreír a propósito y con el mismo motivo que nosotros, pero sus dueños sabemos cuándo están felices. Y este perro lo está.

Así que, ¿qué mejor recompensa para un día duro, que estar con tu mascota en el parque, jugando y disfrutando del aire libre? Este perro al menos lo agradece, así que sigue su ejemplo, y haz sonreír al tuyo como si no hubiera mañana. Porque así es como viven los perros, y al menos, les funciona, porque son más felices.

 Esas mantas

Sabes que tus amigas son presumidas cuando todas ya tienen preparada su cara para posar. Y es lo que pasa con estas mantas, o rayas, o lo que sean. Es la mítica foto de grupo, porque mientras que delante están las divinas, luego detrás están los raritos: ese submarinista, que intenta ir de guay, y luego el tío que pasaba por ahí, que es el pez ese solitario.

Aún así, no todo el mundo puede fardar de una foto de grupo tan original, así que,por lo menos es divertida. Y la cara de las mantas es un poco inexpresiva, pero nos gustaría creer que sí, que están sonriendo porque son felices haciéndose un selfie.

 Se esfuerza

Esa es la cara que ponemos cuando nos obligaban a sonreír para la foto del colegio. No queríamos, pero teníamos que hacerlo, y el resultado era más que horrible, como si nos hubieran pegado por detrás. Dejando de lado el verdadero lenguaje de los perros, este tipo se esfuerza en sonreír. No es mucho lo que consigue, pero oye, algo es algo.

Y es que no todos los perros podían ser tan fotogénicos como los anteriores, pero… eh, participar es lo que cuenta. 
 Tener una lechuza ligona

Tener una lechuza así, puede que te sirva para ligar, porque es uno de esos animales que imponen respeto, pero que luego parecen ser unas fiesteras. No por nada este animal es nocturno. Nos hace gracia sobre todo porque parece que nos está guiñando el ojo, y bueno… puede que no sea a propósito, pero es como si nos hubiera lanzado una coña y se estuviera riendo con/de nosotros.

Qué pena que estos animales no puedan llegar a ser totalmente domésticos, porque si no, más de uno tendría una de estas lechuzas. 

Ohhh

Sí, este perro sonríe de tal forma, que producirá la mítica reacción en las mujeres: “ohhhh”. Y es la misma expresión que cuando ven un bebé adorable. ¿Por qué? No lo sabemos. Deben ser las hormonas, pero este perro, lo que transmite es una profunda adorabilidad, y no una alegría extrema.

Y eso también nos pone de buen humor, porque ese perro está animándonos ahí, en el día a día. Es el típico perro que te pone la cabeza en el regazo para animarte, y por eso nos gusta. Porque puede que no sea a propósito, pero sí que es bastante enternecedor.
 

Soy un gato

Este bichejo parece decir: “sí, soy un gato en la nieve y soy feliz”. Y de hecho, sí que lo parece, cosa rara en un gato. O acaba de conquistar el mundo, o acaba de comer, porque parece un gato satisfecho en todos los sentidos. Nunca había visto un gato en la nieve, pero si son así de felices, deberíamos echar más frecuentemente gatos a la nieve.

Es feliz, y lo sabe. Y sabe que lo sabemos. Mira que es difícil encontrar un gato al que quieras acariciar, pero a este no me importaría acercarme. Con cuidado, no vaya a ser que te arranque un dedo.
 
 Día feliz

Si el perro anterior estaba feliz, este está eufórico. Es un perro alegre de vivir, de encontrarse en el campo, y además, muy fotogénico. Ya nos gustaría a más de uno tener un perro con esa cara, y no al antipático que tenemos en casa. No, es broma, porque nuestro antipático en casa es mil veces más cariñoso seguro.

En cualquier caso, este perro es feliz, y solo por eso, ya nos arregla el día a los demás. Da igual que sea lunes o domingo, solo con ver esta foto ya nos encontramos mejor. Y si pudiéramos acariciarlo, ya sería la leche. Porque es una sonrisa genuina, ni siquiera parece una sonrisa de esas de fumeta emporrado.

 Bebé erizo

Un bebé erizo sonriente es lo más tierno que hay, y lo que hace que mucha gente busque erizos como mascotas, a pesar de que ya está prohibido. Aún así, debemos saber que no son tan achuchables como otras mascotas, por razones evidentes, así que, mejor no correr el riesgo, y sonreír ante la foto.

Además, los erizos no son tan fáciles de cuidar, aunque sí que son más cariñosos de lo que parecen. No sabemos por qué son tan fotogénicos, pero te alegra el día,  te lo mejor solo de pensar que hay animales tan felices por ahí. Además, el hecho de que esté enrollado como una bola, es algo que nos encanta, como si echara a rodar en cualquier momento. 

 La alegría de llegar a la cima

Sí, cuando alguien tan pequeño como un roedor llega a la cima de unas flores, es motivo para estar contento. Es como si nosotros escaláramos un edificio de dos pisos solos, sin nada. Además, este simpático roedor parece que o está aliviado de haber llegado, o porque se acaba de hacer pis, después de tanto tiempo aguantando.

Es esa cara de satisfacción, no hay que negarlo. Esperamos que sea lo primero, sobre todo por la fauna que vive al pie de esas flores. Aunque si lo piensas bien, también podrías cambiar las flores por un piano y resultaría de lo más gracioso. Un ratón teclista triunfaría en todas las redes sociales, vamos.

 La postal de Navidad

Parece un pony, no un reno, aunque con esa nariz a esa altura, no sabríamos qué decir. Lo que sí decimos es que la niña debe estar feliz, pero lo cierto es que la sonrisa del animal parece más real que la de la niña. Eso sí, juntos están monísmos y es ideal para una postal de Navidad, entre el traje rojo, y la nariz entre los ojos.

Además, es todo un logro, porque luego hay otros niños que tienen pavor a los animales cuando están tan cerca. Esta chiquita lo está disfrutando, aunque parece que le está indicando a su padre: “¿ya has hecho la foto?” bendita infancia…

 Los perezosos son geniales

Efectivamente, los perezosos son geniales… sobre todo cuando les pillas despiertos. Son unos animales que transmiten un buen rollo tremendo, genial, y que parece que siempre están sonriendo. Es verdad que parece una sonrisa de drogadicto o de un fumeta que se acaba de fumar un tripi en al banco del parque pero aún así, es genial.

Además, no sabemos cómo, pero la mayoría saben posar, y nos encontramos con poses de lo más absurdas, pero divertidas, de estos animales tan dormilones. No sabemos si luego son agresivos, pero si pudiéramos tener uno para achuchar, seguramente lo tendríamos. No le haríamos tantas fotos, pero sería divertido.

Eh, tío

Sí, es lo que parece que dice esta monada. A muchos no nos gustan los lagartos, pero no nos molesta tenerlos en fotografías, sobre todo si tienen esta pose tan chula, y te sonríen como si fueras… comida. Bueno, o alguien muy guapo, quién sabe. Lo que está claro es que estos animales transmiten un buen rollo tremendo, y claro, eso genera endorfinas.

Algunos no tendríamos nunca un lagarto de este tipo, pero mira, igual no importa tanto, porque no todos los lagartos son tan fotogénicos. Seguro que este es el modelo de los lagartos, el típico amigo guapo que siempre sale bien en todas las fotos y al final tiene la suerte de ser el elegido para ese trabajo.


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