miércoles, 4 de febrero de 2015

LA PREOCUPACION ES UNA PROYECCION NEGATIVA

La actividad de preocuparse sólo es posible en ésta dimensión donde existe el tiempo. Si no existiera el tiempo, sería imposible estar preocupados. Sin embargo, podemos aprender a situarnos en el presente para atenuar drásticamente el hábito de preocuparnos.

Te preocupas cuando tienes al frente la posibilidad de experimentar algo que no quieres, algo que no te gusta, algo que no quisieras que te pase. Todo esto sucede porque haces una proyección desagradable de cómo podría ser tu vida en un futuro cercano o lejano. Si hicieras una proyección benéfica para ti, te sentirías bien. Pero la preocupación consiste en hacer una proyección de algo que quieres evitar, porque lo consideras no benigno o doloroso para ti.

El hábito de preocuparse tiene tres aristas bien importantes.

Por una parte, si tienes la posibilidad de hacer proyecciones para tu vida, puedes elegir hacer proyecciones favorables, agradables o desagradables y fatalistas. Aprendemos a proyectar cierto tipo de pensamientos desde la infancia. Si nuestros padres practicaban la proyección fatalista, existen muchas posibilidades de que tú también lo hagas.

No estás obligado a seguir haciendo algo que te hace sentir mal. Puedes optar por cambiar el tipo de proyecciones que haces, eres libre para hacerlo. Nadie puede impedir que elijas el tipo de proyección que decidas hacer.

Además, tienes que recordar que esas proyecciones constituyen la manera de crear nuestra realidad. Tu vida depende del tipo de proyecciones que haces. Aun, estando en medio de muchas dificultades, tienes la alternativa de pensar en milagros. Piensa ¿Qué milagro quieres?

Tienes que considerar que tu proyección fatalista puede tener muy bajas posibilidades de producirse. Pero, aunque ya estés experimentando la situación que no te gusta, entonces, es hora de hacer algo al respecto. El solo hecho de pensar en algo no termina por resolverlo. La preocupación consiste en rumiar el hecho y no disponerse a actuar y trabajar en ello.

Por otra parte, alimentas las preocupaciones cuando sigues postergando la solución. Cuando encuentras la solución, el problema desaparece. Dicen que la preocupación desparece cuando nos ponemos a trabajar en el asunto que nos preocupa, pero ¿cómo puedes hacer eso cuando no sabes qué hacer?

Aquí hay un eslabón perdido, porque al no saber cómo resolver, no puedes dejar de preocuparte por el inminente desastre.

Una buena manera de detener el desgaste de energía en preocuparte consiste en que te dediques de lleno a la solución de lo que te ocupa, aun sin saber como lo resolverás.

¿Cómo se hace eso?. Es bien fácil.

Cierra los ojos. Diseña la mejor salida posible del problema y acepta la solución dentro de ti.

¿Existe una solución?…posiblemente que sí. Quizás existan muchas soluciones. Elige la que más te gusta e incorpórala dentro de ti.

Para incorporar esa solución dentro de ti, solo tienes que aceptarla. A la preocupación no le gusta saber que existe una solución porque entonces deja de existir.

Tu preocupación se genera en el camino mientras llegas a la solución. Entonces, va a desaparecer en cuanto sientas en tu corazón que tienes acceso a una solución. Al aceptarla dentro de ti, aun, sin haber llegado a resolver tu problema en la realidad fisca, la habrás resuelto en tu realidad energética que es donde todo es creado.

De esta manera terminas con la distancia en tiempo que se requiere para crear preocupación.

Si no puedes hacer esto…..tienes que ver qué es lo que te impide aceptar la solución dentro de ti, para que luego se manifieste en tu realidad física.

Podríamos decir que si tienes el hábito de preocuparte es porque tienes el hábito de rechazar las soluciones dentro de ti.


Patricia González

LOS 83 MANDAMIENTOS DE ALEJANDRO JODOROWSKY

1.- Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal, considéralo tu maestro.
2.- No mires con disimulo, mira fijamente.
3.- No olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado, que les impida invadir toda tu vida.
4.- En el lugar donde habites, consagra siempre un sitio a lo sagrado.
5.- Fija tu atención en ti mismo, se consciente en cada instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces.
6.- Termina siempre lo que comenzaste.
7.- Haz lo que estás haciendo lo mejor posible.
8.- No te encadenes a nada que a la larga te destruya.
9.- Desarrolla tu generosidad sin testigos.
10.- Trata a cada persona como si fuera un pariente cercano.
11.- Ordena lo que has desordenado.
12.- Aprende a recibir, agradece cada don.
13.- Cesa de autodefinirte.
14.- No mientas ni robes, si lo haces te mientes y robas a ti mismo.
15.- No desees ser imitado.
16.- Haz planes de trabajo y cúmplelos.
17.- No ocupes demasiado espacio.-
18.- No hagas ruidos ni gestos innecesarios.
19.- Si no la tienes imita la fe.
20.- No te dejes impresionar por personalidades fuertes.
21.- No te apropies de nada ni de nadie.
22.- Reparte equitativamente.
23.- No seduzcas.
24.- Come y duerme lo estrictamente necesario.
25.- No hables de tus problemas personales.
26.- No emitas juicios ni criticas cuando desconozcas la mayor parte de los hechos.
27.- No establezcas amistades inútiles.
28.- No sigas modas.
29.- No te vendas.
30.- Respeta los contratos que has firmado.
31.- Sé puntual.
32.- No envidies los bienes o los éxitos del prójimo.
33.- Habla sólo lo necesario.
34.- No pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra.
35.- Nunca amenaces.
36.- Realiza tus promesas.
37.- En una discusión ponte en el lugar del otro.
38.- Admite que alguien te supere.
39.- No elimines, sino transforma.
40.- Vence tus miedos, cada uno de ellos es un deseo que se camufla.
41.- Ayuda al otro a ayudarse a sí mismo.
42.- Vence tus antipatías y acércate a las personas que deseas rechazar.
43.- No actúes por reacción a lo que digan bueno o malo de ti.
44.- Transforma tu orgullo en dignidad.
45.- Transforma tu cólera en creatividad.
46.- Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.
47.- Transforma tu envidia en admiración por los valores del otro.
48.- Transforma tu odio en caridad.
49.- No te alabes ni te insultes.
50.- Trata lo que no te pertenece como si te perteneciera.
51.- No te quejes.
52.- Desarrolla tu imaginación.
53.- No des órdenes solo por el placer de ser obedecido.
54.- Paga los servicios que te dan.
55.- No hagas propaganda de tus obras o ideas.
56.- No trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad, admiración, simpatía, complicidad.
57.- No trates de distinguirte por tu apariencia.
58.- Nunca contradigas, solo calla.
59.- No contraigas deudas, adquiere y paga enseguida.
60.- Si ofendes a alguien, pídele perdón.
61.- Si lo has ofendido públicamente, excúsate en público.
62.- Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.
63.- No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú quien las enunció.
64.- No conserves objetos inútiles.
65.- No te adornes con ideas ajenas.
66.- No te fotografíes junto a personajes famosos.
67.- No rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez.
68.- Nunca te definas por lo que posees.
69.- Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar.
70.- Acepta que nada es tuyo.
71.- Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di solo sus cualidades.
72.- 76.- Cuando realices un servicio, no resaltes tus esfuerzos.
73.- Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer.
74.- Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.
75.- No trates de ser todo para tu pareja, admite que busque en otros, lo que tú no puedes darle.
76.- Cuando alguien tenga su público no acudas para contradecirlo y robarle la audiencia.
77.- Vive de un dinero ganado por ti mismo.
78.- No te jactes de aventuras amorosas.
79.- No te vanaglories de tus debilidades.
80.- Nunca visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.
81- Obtén para repartir.
82.- Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente.

83.- Si estas meditando y llega un diablo, pon ese diablo a meditar…