sábado, 24 de diciembre de 2016

4 SEÑALES QUE TE INDICAN MALA CIRCULACION SANGUINEA


 No debes ignorar las señales de una mala circulación sanguínea. Se trata de un gran problema que puede minimizarse si te ocupas de el a tiempo y con las medidas adecuadas.
La circulación sanguínea es fundamental para nuestra salud. Esta se encarga de que nuestros órganos, músculos y huesos estén bien alimentados.
No obstante, cuando la sangre no fluye como debiera, nuestro cuerpo empieza a resentirse.
Cuando el problema se agrava, pueden surgir afecciones importantes, acompañadas incluso de accidentes cardiovasculares, como infartos cerebrales y coronarios, úlceras o gangrenas.
La buena noticia es que no aparece de repente, sino que se trata de un proceso gradual en el que se presentan una serie de síntomas fáciles de detectar.
Sin embargo, mucha gente desconoce cuáles son. Por otra parte, sucede que en la mayoría de las casos, se cree que esos indicios son pequeñas idiosincrasias sin mayor alcance.
Dicho razonamiento no es del todo correcto, habida cuenta de que si le prestas atención, conseguirás mejorar esa mala circulación sanguínea e impedir que las dificultadas citadas malogren tu salud.
Así pues, te mostraremos cuáles son los síntomas más habituales para ayudarte a observarte, ¿nos sigues?
Señales de una mala circulación sanguínea
1. Hormigueo en las extremidades
Este hormigueo es más habitual cuando pasamos un tiempo considerable en la misma postura.
Es común que se presente en las piernas, pero con el incremento del uso del teléfono móvil, cada día es más usual en brazos y manos.
El movimiento estimula el flujo, por lo que el estatismo la obstaculiza.
En consecuencia, las personas que adolecen de mala circulación sanguínea, se topan con hormigueos y malestar en estas situaciones.
Para evitar que esto suceda, lo ideal es caminar todos los días, al menos, durante media hora. Este sencillo ejercicio permite que los músculos se activen y le daremos más dinamismo a nuestro flujo sanguíneo.



Piernas hinchadas
Las piernas se hinchan porque el cuerpo intenta alcanzar el equilibrio, ya que percibe que no tiene suficiente sangre en la zona.
Así, trata de compensar la falta con la retención de líquidos allí donde se produce.
Este fenómeno es tan intenso que dichas extremidades se inflaman hasta el punto de sentir dolor, entumecimiento e incluso pueden llegar a amoratarse. No dudes en consultar el médico si percibes esta complicación.
Mientras tanto, trata de beber mucha agua para propiciar la eliminación de los mismos, así como descansar con los pies en alto para aprovechar la fuerza de la gravedad.
Gracias a ella, la sangre se distribuirá mejor por las áreas que no tienen la suficiente.
 Fatiga
Como decíamos, la sangre proporciona el sustento de todo nuestro organismo, lo que se traduce en energía.
Esto significa que en el instante en que no llega a donde tiene que llegar, los elementos con déficit tienen que hacer un esfuerzo extra, por lo que se cansan antes de lo debido.
En este sentido, cuando uno se fatiga, requiere que otro le ayude, por lo que trabaja también en exceso.
El resultado, es un estado de fatiga generalizada que nos impide desenvolvernos con la agilidad y el ímpetu que nos gustaría.
En este caso, aparte de visitar al doctor, podemos incluir complementos energéticos a tu dieta.


Lo ideal es empezar la mañana con un buen batido energético. Existen muchas posibilidades, todas muy sabrosas.



Pérdida de cabello
No pienses que la alopecia es un problema solo de hombres. Aunque es cierto que es más frecuente en ellos, cuando se sufre mala circulación sanguínea cualquiera puede padecerlo.
Para que el pelo esté fuerte, también necesita nutrientes. En consecuencia, el cabello resulta perjudicado en este caso.
Además de caerse, se reseca y se parte. Para paliarlo, te aconsejamos que uses mascarillas naturales: son muy eficaces, económicas y mucho más saludables que las que incluye sustancias artificiales.
Además, sería estupendo que tomaras algunas algunas infusiones que pueden ayudarte a mejorar la circulación sin mucho esfuerzo.
Estas son las principales señales de que estás padeciendo este problema. No obstante, a pesar de las alternativas que se han propuesto, siempre sugerimos que, cuando los percibas, visites al doctor.
Este te informará en qué estado te encuentras, lo cual es imprescindible para superar cualquier dificultad.

No olvides que se trata de un fenómeno trascendental en tu salud, así que permanece atento.