lunes, 22 de mayo de 2017

LA LEYENDA DE JOAQUIN PARDAVÉ


El 20 de julio de 1955 se dio la noticia del fallecimiento del actor Joaquín Pardavé, dejando algunos mitos sobre su muerte.
Se decía que  Pardavé sufría de ataques catalépticos, condición que dificulta delimitar con claridad entre la vida de la muerte. Cuando Don Joaquín se convirtió en presa de este terrible mal, su médico no se encontraba en México y al revisarlo, todo coincidía que ya había muerto.
El actor fue velado y posteriormente sepultado en el lote de actores del panteón Jardín, de la Ciudad de México.
De esto surge una leyenda urbana,  al momento de dar lectura al testamento, se dan cuenta los interesados que el documento fue enterrado junto con el histrión en el bolsillo de su saco, por lo que prosiguieron a realizar a la exhumación.
Al sacar toda la tierra, quitar las losas que protegían el ataúd, este quedó visible y al retirar la tapa vieron algo escalofriante.
La tela que cubría el ataúd estaba manchada de sangre, el actor estaba boca abajo, como buscando apoyo para romper su claustro y abrirse paso entre las toneladas de tierra que lo separaban de la vida. Sus dedos rígidamente contraídos, que habían acabado con la piel de su cara dejándola rasgada y manchada de sangre; pero era muy tarde, nada podía hacerse más que lamentar una terrible angustia. ¿Había sido enterrado vivo?
Hace unos años un sobrino del actor dijo que su tío había muerto por un derrame cerebral, lo cual certifico su médico de cabecera.
¿Mito o realidad?