Un perro sordo aprende el lenguaje de signos. Un perro que no puede oír, ha aprendido algunas palabras de la lengua de signos, gracias a los presos de una cárcel de EEUU y los niños de una escuela para sordos. Unos reclusos de una prisión de Missouri entrenaron a un perro Teckel sordo, llamado Sparky en el lenguaje de signos y luego pidieron a la Escuela para Sordos de Fulton que lo aceptara.
Sparky se siente como en casa con los jóvenes de la escuela, que le enseñan más palabras de la lengua de signos ; entre tanto se espera la llegada de un segundo perro, un Boston Terrier llamado Petie.
La directora del centro educativo aprobó que Sparky fuera a la escuela, ya que pensó realmente que era una gran experiencia de aprendizaje para los chicos. El perro procedía del Centro Correccional Centro Sur de Licking, Missouri, que también ha ofrecido a Petie; la directora está interesada en aceptar a Petie pero sólo si finalmente puede encontrar un hogar definitivo tras su entrenamiento.
Sparky responde a las señales con las manos, que le indican que se siente, se tumbe y se levante, y está trabajando en otros signos que significan “comida” y “fuera”. Sparky y Petie proceden del programa “Mascotas por Libertad condicional” del Departamento Correccional de Missouri.
Los internos enseñan a los animales, con comportamiento u otros problemas que hace que sea difícil que encuentren un hogar de adopción. El programa salva a perros que de otro modo morirían por medio de eutanasia y proporciona a los internos una actividad constructiva.
Sparky se siente como en casa con los jóvenes de la escuela, que le enseñan más palabras de la lengua de signos ; entre tanto se espera la llegada de un segundo perro, un Boston Terrier llamado Petie.
La directora del centro educativo aprobó que Sparky fuera a la escuela, ya que pensó realmente que era una gran experiencia de aprendizaje para los chicos. El perro procedía del Centro Correccional Centro Sur de Licking, Missouri, que también ha ofrecido a Petie; la directora está interesada en aceptar a Petie pero sólo si finalmente puede encontrar un hogar definitivo tras su entrenamiento.
Sparky responde a las señales con las manos, que le indican que se siente, se tumbe y se levante, y está trabajando en otros signos que significan “comida” y “fuera”. Sparky y Petie proceden del programa “Mascotas por Libertad condicional” del Departamento Correccional de Missouri.
Los internos enseñan a los animales, con comportamiento u otros problemas que hace que sea difícil que encuentren un hogar de adopción. El programa salva a perros que de otro modo morirían por medio de eutanasia y proporciona a los internos una actividad constructiva.