Acertadamente llamada “Smile Ball” (ya
que pone una sonrisa en la cara en lugar de hacer llorar), este nuevo tipo de
cebolla es el resultado de dos décadas de investigación. En 2002, los
científicos de House Foods Group publicaron un artículo en el que se planteaban
la hipótesis de que las enzimas de la cebolla que generan lágrimas podrían
debilitarse, sin perder su sabor y valor nutricional.
Durante mucho tiempo se ha sabido que
cortar cebollas induce lágrimas debido a un gas volátil liberado por las
células de la cebolla, cuando es atravesada por el cuchillo. Refrigerar la
cebolla reduce el movimiento de sus átomos, lo que resulta en menos óxido
syn-propanotial-S (el agente lacrimógeno que induce las lágrimas) liberado
cuando se corta, lo que reduce la cantidad de lágrimas a derramar. Picar la
cebolla Smile Ball, en cambio, promete ser una experiencia libre de lágrimas.
El año pasado, cuando hizo su gran
anuncio, Casa Foods Group reveló que logró suprimir la producción de óxido
syn-propanotial-S mediante el bombardeo de los bulbos de cebolla con
irradiación de iones, que también hicieron las verduras menos picantes.
A parecer, las cebollas Smile Ball no
liberan ningún componente que induzca las lágrimas al ser picadas o consumidas
crudas. A diferencia de las cebollas regulares, tienen un sabor dulce, que
recuerda a las manzanas o peras nashi asiáticas.
Cerca de cinco toneladas de cebollas
Smile Ball se vendieron en subastas de prueba en los grandes almacenes de Tokio
este año, y se espera que estén disponibles en los supermercados de todo el
país este año, a un precio de ¥ 450 (4,30 dólares) por un paquete de dos, o sea
el doble de lo que cuestan las cebollas regulares.