miércoles, 9 de mayo de 2018

LAS FLECHAS ENCANTADAS




Cuenta la leyenda que los habitantes de Tlaxcala recibieron un aviso del señor de Huejotzingo en el que les informaban que serían atacados. Los habitantes de Tlaxcala imploraron a su dios Camaxtle: “¡Nuestros enemigos nos cogen desarmados! y solo por tu mediación podremos tener armas suficientes para la defensa. Somos hábiles flecheros, pero nos faltan flechas. Señor ¡acude en defensa de tu pueblo!”
El dios contestó: “¡No se acobarden! yo estaré con ustedes y les ayudaré a triunfar sobre sus enemigos. Para ello solo deben tener fe en mi y ejecutar mis mandatos: pongan una gota de leche de mujer en el vaso sagrado y así se salvaran.
Nadie sabía cómo se podrían salvar con una gota de leche, pero tenían fe en su dios y  lo obedecieron. Esperaron tres días y se llegó el día de la batalla. El sacerdote notó que del vaso sagrado brotaba un licor espumoso y que el dios había dejado flechas sobre el altar.
Esta noticia maravillosa levantó el ánimo de los guerreros que salieron a la batalla con valor. El sacerdote llevó el vaso sagrado y las flechas al campo de batalla: las flechas sagradas se levantaron solas y le provocaron la muerte a los enemigos.