Hombre
de noble cuna y a pesar de ello atacado por las vicisitudes de la vida,
Bartolomé Esteban Murillo es uno de los mejores pintores del Barroco. El
misterio de su arte radica en la alegría que ofrecen sus obras aunque los
tiempos que vivía no eran precisamente los mejores. Él es el protagonista del
cronovisor de Jesús Callejo