Sábado 9:00 am. Una fresca mañana
Nuestra primera parada al llegar a
Tlalpujahua fue el Santuario de Nuestra Señora del Carmen, que data del siglo
XVIII. Tiene una hermosa fachada de cantera y en el interior numerosos motivos
florales y vegetales hechos con cerámica y yeso pintados. Desde su atrio se
obtiene una vista espectacular del lugar y sus alrededores.
Después recorrimos la Iglesia de San
Francisco, con una fachada mucho más sobria, pero con el mismo estilo
exuberante en el interior. De ahí pasamos a la Casa Museo Hermanos López Rayón,
donde se exhiben diversos objetos que hacen alusión al pasado minero del
pueblo, como cascos, planos, aparatos y maquetas; aquí aprendimos el importante
papel que jugaron estos hermanos en pro de la Independencia de México.
12:00 pm. De compras
Fuimos al Mercado Municipal y las
calles aledañas, donde encontramos todo tipo de adornos. Bajamos por la calle
Torbellino, donde están la Casa Morales y la Casa de la Conserva. En la primera
hallarás licores de frutas y frutas en almíbar, mientras que la segunda se
dedica desde 1933 a la venta de conservas. En 5 de Mayo esquina con Melchor
Ocampo está una sucursal de Estanzuela, donde venden cerámica artesanal con
gran variedad de diseños, que exportan a muchos países.
Bajamos hasta el Auditorio Municipal,
donde se realizaba la Feria de la Esfera (octubre a diciembre), por lo que
pudimos apreciar objetos navideños y la más extensa variedad de esferas de
todos los tamaños, colores y formas imaginables.
2:00 pm. La Casa de Santa
En Allende 9 se localiza la Casa de
Santa Claus, un local con una inmensa cantidad de adornos, sobre todo
navideños. Casi todo lo que venden se produce localmente.
En el tercer piso de este edificio se
encuentra el restaurante La Terraza, donde pudimos disfrutar de unas ricas
corundas con carne de cerdo al tiempo que obteníamos una gran vista del
Santuario de Nuestra Señora del Carmen. Además, hay ricos cafés y pasteles.
4:00 pm. Arte plumario
Para bajar la comida decidimos caminar
hacia la calle de Olivos, donde nos esperaba Luis Olay, maestro del arte
plumario. Su taller se encuentra en su propia casa, por lo que nos internamos
hasta el fondo de un callejón y tocamos el timbre. Luis nos invitó a pasar al
segundo piso para mostrarnos su trabajo. No sólo se dedica a realizar cuadros con
plumas, sino que también maneja la técnica del popotillo entintado, con la cual
las obras adquieren una textura increíble. Don Luis ha ganado varios premios
por su trabajo; y no es para menos, pues tiene enorme habilidad y talento.
5:00 pm. Aprendiendo la magia
De ahí nos dirigimos por carretera a
Tlalpujahuilla, un poblado que se encuentra a menos de un kilómetro de
Tlalpujahua, conocido por su templo que data de 1939 y sus famosos artesanos.
Nos esperaban Martín Marín y su esposa Rosa María, quienes tienen un taller
desde hace 30 años, donde amablemente nos explicaron la técnica para elaborar
esferas de vidrio soplado. No pudimos resistir y compramos arreglos de esferas
frutales para nuestras casas.
8:00 pm. Un rico mole de guajolote
Para cenar fuimos al restaurante
Rincón de la Colot. Ahí los dueños nos contaron algunas anécdotas del pueblo
mientras degustábamos un delicioso mole de guajolote y de postre un camote con
canela y quesito de rancho. Para cerrar con broche de oro, nos dieron a probar
la bebida típica de la localidad: el “líser” (o lizer). Con la barriga llena y
el corazón contento fue momento de irnos a nuestro hotel, el Mansión San
Antonio, que quedaba justo a la vuelta.
Domingo 10:00 am. Manos artesanas
A la mañana siguiente, tras un rico
desayuno en el hotel, nos fuimos directo con Gustavo Bernal, quien trabaja la
alfarería de barro. Su taller se encuentra a menos de un kilómetro de
Tlalpujahua, por la carretera que conduce a El Oro. Gustavo nos explicó el
proceso que sigue. Primero prepara bien la masa, realizando un “cuerno” y luego
un “caracol” para eliminar las burbujas de aire. Después pasa al torno, donde
se trabaja la masa hasta darle la forma del objeto deseado, agregándole los
detalles y las formas que tendrá. Se dejan secar las piezas y se meten al
horno.
Terminamos el recorrido en la galería
del propio taller, donde se exhiben muchas piezas, todas ellas a la venta. Hay
desde vasijas y jarrones hasta vajillas completas, cuadros y lámparas.
11:00 am. Bajo tierra
Poco más adelante, continuando por la
carretera, se encuentra la entrada a la Mina Las Dos Estrellas. Aquí pudimos
adentrarnos en el túnel principal para observar uno de los tiros y después
hicimos un recorrido por las antiguas instalaciones, donde pudimos ver los
cuartos de máquinas, los hornos y hasta los baños de los mineros. Además,
cuenta con el Museo Tecnológico Minero Siglo XIX, donde podrás observar los
diversos artefactos que se utilizaban hace un siglo para la explotación de los
metales.
Algunas de las salas han sido
adaptadas para mostrar la obra de artesanos de la región. Además, hay un
pequeño jardín de cactáceas y una simpática cafetería.
2:00 pm. Un paseo por la presa
Como ya estábamos en la carretera,
decidimos aprovechar para conocer la Presa Brockman, cuya entrada se encuentra
a pocos kilómetros de El Oro. Ahí los fines de semana se pueden realizar
actividades como paseos a caballo, recorridos en cuatrimotos, lanchas y pesca.
Incluso los más atrevidos hacen competencias con jeeps y los meten dentro de la
presa. Además del hermoso paisaje que relajará tus sentidos, podrás degustar
ricos platillos en el restaurante de los Bungalows, donde también hay cabañas
para renta.
No te pierdas las enchiladas placeras y el
mole de guajolote.