Un reciente estudio determinó que
ellos reconocen las palabras y la entonación con que se dicen. Si de verdad
quiere que su perro aprenda y le obedezca, háblele con voz firme y segura
porque, además de entender las palabras que usted le dice, su peludo también
reconoce el tono en el que se las dice. O sea, si fue en serio o no.
Un reciente estudio determinó que
ellos reconocen las palabras y la entonación con que se dicen
Los perros usan el hemisferio
izquierdo del cerebro para procesar palabras y la región derecha para procesar
la entonación.
Así quedó demostrado en un estudio
adelantado por la Universidad Eötos Loránd de Budapest (Hungría) y publicado
esta semana por la revista Science, en el cual participaron 13 perros, de
distintas razas, que estuvieron inmóviles en un aparato de resonancia magnética
funcional (FMRI) para realizarles escáneres cerebrales de manera no invasiva y
sin dolor, los cuales sirvieron para medir la actividad cerebral de los
animales mientras escuchaban la voz de sus entrenadores.
Con las pruebas y análisis
practicados, los investigadores concluyeron que “los perros no solo diferencian
lo que les decimos y cómo lo decimos, sino que además pueden combinar las dos
cosas para lograr una interpretación correcta de lo que esas palabras realmente
significan”, dijo el profesor Attila Andics, de dicha universidad.
Además, los resultados del estudio
demuestran que “para los perros, un buen elogio puede funcionar muy bien como
recompensa, pero funciona aún mejor si palabra y entonación coinciden”,
explicó.
Educar con firmeza
A esto, la etóloga Carolina Alaguna
añade que “los perros son supremamente inteligentes no solo con esta capacidad
de asociar el tono y la entonación, sino que además saben leer e interpretar
nuestro lenguaje corporal”.
Por eso la coherencia que hay que
tener a la hora de enseñarles y decirles las cosas porque, más que obsecuentes,
los perros son inteligentes.
“Ellos empiezan a reconocer nuestro
tono de voz cuando estamos bravos, contentos o cuando los estamos consintiendo
o regañando. Y a esto hay que sumarle que pueden detectar nuestras emociones
por medio del tono de voz”, añade la etóloga Alaguna.
En consecuencia, recomienda que cuando
se esté educando a un cachorro “hay que poner la intencionalidad en las
palabras y el cuerpo. Deben tener actitud de líder: una postura corporal
fuerte, recta, voz firme y tono fuerte. Además hay que usar señas para que se
le facilite al animal memorizar órdenes”.
Y como dato curioso, agrega que “otros
estudios han determinado que los perros pueden entender entre 250 y 300
palabras nuestras y su significado, y llegan a tener la capacidad mental de un
niño de 2 años”.
Volviendo al estudio, los
investigadores lograron determinar que los perros, al igual que las personas,
usan el hemisferio izquierdo para procesar las palabras, y el derecho para
identificar la entonación con que se dicen. Así, el cerebro de las personas no
solo analiza de manera separada lo que se dice y cómo se dice, sino que además
integra esas dos informaciones para llegar a un significado unificado. Los
perros también pueden hacer lo mismo y “para ello emplean unos mecanismos
cerebrales muy parecidos”, agregó Andics.
Los canes, según Anna Gábor, otra de
las autoras del estudio, escucharon palabras de alabanza que eran pronunciadas
con entonación neutra y de halago, además de otras palabras que no tenían
significado para los animales pero dichas con las mismas entonaciones.
Los investigadores observaron las
regiones cerebrales que diferencian entre palabras con y sin sentido o las que
distinguen entre entonaciones con y sin halago.
El resultado fue que los perros
activan el hemisferio izquierdo para procesar las palabras que tienen sentido
para ellos, y el derecho para identificar la entonación con que pronuncian las
palabras.
Pero, además, el centro de recompensa
de los animales estudiados solo se activaba en el momento en que oían una
palabra de elogio pronunciada con una entonación de halago.
Este estudio implica el primer paso
para entender cómo los perros interpretan el habla humana, y sus resultados
pueden ayudar a hacer más eficiente la comunicación y cooperación entre ambos.