Puede no parecer así a simple vista,
pero el Sr. Sato, corresponsal japonés de RocketNews24, tiene un delicado
proceso creativo que se oculta detrás de la naturaleza caótica de sus artículos
terminados. Entre los ataques de locura concentrada, le gusta aislarse del
resto del mundo, dejando que su mente sane y su espíritu se reforme, antes de
lanzarse a su próxima tarea.
Sin embargo, esto presenta algunos
obstáculos. Como la mayoría de los lugares de trabajo japoneses, la sede de
RocketNews24 tiene un diseño muy abierto. No hay cubículos, y ni siquiera el
jefe tiene una oficina privada.
Así y todo, el Sr. Sato anhela un
espacio propio. Por desgracia, la oficina se encuentra en Shinjuku, Tokio, uno
de los distritos más caros de una de las ciudades más caras del mundo. Como
tal, la ampliación de la oficina para darle al Sr. Sato su propio territorio
está fuera de la cuestión, por lo que decidió tomar el asunto en sus propias
manos y hacer lo mejor que se le ocurrió: construir una pequeña casa de cartón
en medio de la oficina.
El proceso no fue nada económico. La
estructura de color marrón clara fue equipada con un picaporte funcional, e
incluso con un timbre pulsador operativo.
El Sr. Sato seleccionó un modelo con
estrellas y una luna creciente para calar el techo, sin duda para que
contemplar los cuerpos celestes en busca de ayuda para superar los bloqueos de
escritor.
Y, por último, para demostrar que la
casa estaba ocupada, el Sr. Sato escribió su nombre en un cartel en la puerta
principal, como es costumbre en Japón.
Sin embargo, esta es técnicamente una
casa de juegos para niños (que el Sr. Sato compró a través de Amazon Japón por
USD 40), no una pieza de equipo de oficina. Como tal, no estaba realmente
diseñada para ser colocada en la parte superior de una silla. Pero el Sr. Sato
estaba cada vez más aficionado a su nuevo hogar (que es su primera casa
unifamiliar). Y así, en lugar de salir de ella con el fin de sentarse en su escritorio
como un ser humano normal, resolvió el problema de una manera diferente
… Al reclamar una parte del suelo de
la oficina, y llevar su computadora portátil con él.
Con esto, el señor Sato finalmente
logró su largamente sostenida aspiración de ser capaz de trabajar desde casa.