domingo, 18 de abril de 2010

CONQUISTATE A TI MISMO



Hoy deseo sugerirte que tengas una experiencia contigo mismo, para beneficio de tu propia vida y de los que te rodean.

Se trata de que te decidas a pensar y actuar durante sólo una semana:

"Hoy seré feliz. Expulsaré de mi espíritu todo pensamiento triste. Me sentiré alegre. No me quejaré de nada. Hoy agradeceré a Dios la alegría y felicidad que me regala.

Trataré de ajustarme la vida. Aceptaré el mundo como es y procuraré encajar en este mundo. Si sucede algo que me desagrada, no me mortificaré ni me lamentaré, más bien agradeceré ser feliz.

Hoy quiero ser dueño de mis nervios, de mis impulsos, pues para triunfar debo superarme, debo tener el dominio de mí mismo.

Trabajaré alegremente, con entusiasmo, haré de mi trabajo una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Resaltaré mis éxitos grandes o pequeños y no pensaré en mis fracasos.

Seré agradable. No criticaré a nadie. Olvidaré los defectos de los demás y concentraré mi atención en sus virtudes. No envidiaré nada.

Tendré presente que muchos no tienen lo que yo tengo y que el destino feliz pertenece a los que luchan y que el futuro se resolverá en función de la actuación de mis Hoy.

No pensaré en el pasado negativo. No guardaré rencor y practicaré el perdón".

¡Qué lindos pensamientos! No son míos, pero valió la pena leerlos,
¿verdad? Si los pones en práctica esta semana, te aseguro que realmente has emprendido la escalada de tu propia conquista, el mundo estará en tus manos y tu horizonte empezará a florecer increíblemente.

Autor: Anónimo extracto de "Lo más Selecto

DEJALO IR



Hay gente que nos puede abandonar. ¡Y escúchenme cuando les digo esto! Cuando la gente nos quiera dejar: dejémosla ir.
No quiero que intentemos convencer a los demás de quedarse con nosotros, amándonos, llamándonos, cuidándonos, viniendo a vernos, permaneciendo atados a nosotros. Quiero decir: colguemos el teléfono.
Cuando la gente nos quiere dejar, dejémosla ir. Nuestro destino nunca está atado a alguien que se fue. La Biblia dice que salieron de nosotros para que pudiese manifestarse que no eran parte de nosotros. Si lo hubiesen sido, sin duda hubiesen continuado con nosotros [1 Juan 2:19].
La gente nos deja porque no están unidas a nosotros. Y si no están unidas a nosotros, no podemos retenerlas. Dejémoslas ir.
Y no significa que son malas personas, simplemente significa que su parte en la historia se acabó. Y tenemos que saber cuando la parte de la gente en nuestra historia se acaba para no continuar intentando resucitar muertos. Necesitamos reconocer cuando está muerta.
Necesitamos reconocer cuando se acabó. Déjenme decirles algo. Tengo el don del "adiós". Se trata del décimo don espiritual, yo creo en el "adiós". No se trata de que sea odioso, es que soy fiel y sé que lo que Dios quiere que tenga, Él me lo dará. Y si toma demasiado esfuerzo, no lo necesito. Dejemos de rogarle a la gente que se quede. ¡Dejémosla ir!
Si estamos aferrados a algo que no nos pertenece y que nunca fue para nosotros, necesitamos ¡dejarlo ir!
Si nos estamos aferrando a heridas ó dolores del pasado... ¡dejémoslos ir!
Si alguien no nos trata bien, no responde a nuestro amor y no aprecia nuestro valor... ¡dejémoslo ir!
Si alguien nos disgusta... ¡dejémoslo ir!
Si estamos aferrándonos a algunos pensamientos de mal ó de venganza... ¡dejémoslo ir!
Si estamos enredados en una relación equivocada ó en una adicción... ¡dejémosla ir!
Si nos aferramos a un empleo que no llena nuestras necesidades ó expectativas... ¡dejémoslo ir!
Si tenemos una mala actitud... ¡dejémosla ir!
Si seguimos juzgando a los demás para sentirnos mejor... ¡dejémoslo ir!
Si estamos atrapados en el pasado y Dios intenta llevarnos a un nuevo nivel en Él... dejémoslo ir!
Si estamos luchando con la sanidad de una relación rota... ¡dejémosla ir!
Si seguimos intentando ayudar a alguien que no quiere siquiera ayudarse a sí mismo... ¡dejémoslo ir!
Si nos sentimos deprimidos y estresados... ¡dejémoslo ir!
Si hay una situación particular que estamos acostumbrados a manejar por nosotros mismos y Dios nos está diciendo: "quita las manos de encima", entonces necesitamos... ¡dejarla ir!
Permitamos que el pasado sea pasado. Olvidemos las cosas primeras. ¡Dios está hacienda algo nuevo en el 2010! ¡Dejémoslas ir!
Pongámonos en la onda o seremos dejados de lado... pensemos sobre ello y, entonces... ¡dejémoslo ir!
"La batalla es del Señor!"
T. D. Jakes