viernes, 24 de agosto de 2012

SOLITARIO GEORGE PODRIA REPRODUCIRSE DESPUES DE MUERTO

No. No se trata de una película de terror ni de nada parecido. Es sólo ciencia: los científicos congelaron las gónadas de «Solitario Jorge», el último macho de Chelonoidis Abingdoni una especie de tortugas gigantes que habitaba en las Islas Galápagos, para intentar obtener descendencia mediante técnicas de inseminación artificial. Fue imposible conseguir que el viejo macho se reproduzca naturalmente en sus últimos años de vida, pero los expertos en conservación de tortugas de todo el mundo apuestan a que la reproducción “in vitro” consiga salvar esta especie.


Hace unas semanas los responsables de la Dirección del Parque Nacional Galápagos comunicaron que habían encontrado muerto a uno de los ejemplares más emblemáticos del parque, un famoso macho llamado «Solitario George». El animal, que murió en su corral, ubicado en el Centro de Crianza de Tortugas Terrestres Gigantes, en Puerto Ayora, isla Santa Cruz, cuando se dirigía hacia el bebedero de agua, era el único sobreviviente de la especie Chelonoidis Abingdoni de la isla Pinta. En los últimos años se habían hecho varios intentos de conseguir que se reprodujese, pero a pesar de que consiguió aparearse con hembras de otra especie que habita en la isla Isabela, los huevos resultaron infértiles. El cuerpo del quelonio, cuyo edad se cree era mayor a los 100 años, se congeló inmediatamente en una cámara de frío para evitar su descomposición.

Después de realizar una completa autopsia del cuerpo de la tortuga, se preservaron los órganos sexuales y tomaron muestras de tejido para intentar conseguir muestras de esperma viable, que podría utilizarse para reproducir la extinta especie. Los científicos que realizaron la autopsia creen que es posible llevar a cabo un proceso de “inseminación artificial” que permita obtener nuevos ejemplares de Chelonoidis Abingdoni.

La última oportunidad

“Teníamos que hacer el último intento por conseguir su esperma y eso es básicamente lo que estamos haciendo, aprovechando la última posibilidad que tenemos para reproducir la especie de George", explicó Washington Tapia, el jefe del Departamento de Conservación del Parque Nacional Galápagos. Obviamente, no hay ninguna garantía de que este proceso llegue a buen puerto, pero nada se pierde con intentarlo. Y en caso de que falle, suponemos, siempre queda abierta la vía de la clonación, que si bien es un proceso mucho más complejo, puede intentarse innumerables veces a partir de los restos que se conservan del viejo George.

Fuente: ABC.ES CIENCIA