Al abordar este día en que Dios te ha dado la bendición de despertar, es importante que recuerdes que debes mirar la vida de los demás como la tuya propia desde la óptica espiritual de la alegría, la esperanza y la fe.
Siente el regocijo de vivir aquí y ahora, y vive plenamente. Disfruta del día y la noche, el sol y la luna, el calor y el frío, la flora y la fauna, la tierra y el cielo, la lluvia, el amanecer y el anochecer.
Goza del amor, la amistad, el trabajo, el dinero, el mar, el campo, la música, el arte, la danza, la poesía, la risa, la bondad, el placer. Aprovecha pletórico todo lo que te ofrece la vida misma. Mantente siempre dispuesto a probar algo nuevo. Nunca te niegues a aprender lo desconocido, ni le tengas temor a una nueva experiencia.
Quiere a los animales como a todo ser vivo de la naturaleza, y ayuda a conservarla. Vive cada día de tu vida como si fuera el primero y el último, y jamás te quites la edad. Porque cada edad tiene su encanto, festeja tu cumpleaños, y el de los otros.
Regala algo a tus amigos y familia sin importarte las fechas o aniversarios. Huye del rencor, del odio, de la tristeza, del sufrimiento, del dolor. Ignora con calma el mal humor de los otros. No sientas envidia, celos, ni desconfianza.
Sé agradecido, bondadoso, generoso, altruista, y eternamente dispuesto a dar una mano a quien la necesite. Ayuda lo más que puedas sin hacer ostentación de ello. Verás que te sentirás muy feliz cuando hagas un favor, sin esperar recompensas.
No le tengas temor a la muerte, porque ella no existe, es otro nacimiento. Quita al instante todo lo que pueda angustiarte de tu propia mente, y no te dejes influenciar por los malos pensamientos ajenos.
No pienses jamás en la venganza, ni con odio, ni maldad. Sé justo contigo mismo y con los demás. Confía plenamente en la Justicia Divina. Porque ella, tarde o temprano, se encargará de equilibrar tu balanza, y pesar lo justo y lo injusto. Si alguien actúa mal contigo, puedes borrarlo de tu recuerdo o de tu vida sin amargarte.
El que procede con maldad, es dueño de su destino y recibirá las consecuencias de sus actos. Ten en cuenta claramente cuál es el sentimiento mágico de la vida. Date a ti mismo el valor que te corresponde y dáselo a los demás.
Ama tu persona, desde el punto de vista físico como espiritual. De igual forma actúa con tu familia y amigos, aceptándolos tal como son.
Ama a todos como a ti mismo. No te preocupes por los "pagos" y los "cobros" de cualquier índole. Respeta profundamente el trabajo de los otros y has valer el tuyo. Si deseas hacer algo en la vida, hazlo, sin pensar si andará o no. Piensa que funcionará, y no te interese, sea cual sea tu edad, empezar cada vez que sea necesario.
Proponte crear algo y créalo, sin importarte las consecuencias. Ten absoluta confianza en ti mismo, como también en los demás. Que nunca te afecte la opinión de los otros.
No te dejes manipular, como tampoco manipules a los demás. Vístete como deseas y te gusta, no como lo dicta la moda. Adáptate a la riqueza del mismo modo que a la pobreza. Aprovecha todo. Al dinero dale el verdadero valor que tiene, y utilízalo hoy, tal como debe ser.
No tengas sentimientos de culpabilidad, ni te arrepientas por lo que hayas hecho o vivido en el pasado. Piensa que el pasado ya fue, y en el futuro vivirás lo que tenga que venir. No te preocupes jamás. ¡Vive el hoy!
Nunca andes apurado por la vida, no te irrites frente a la imprudencia de otros, ni pelees en una cola del Supermercado. Entiende la falta de sentido o la poca inteligencia en los demás. Lleva tu propia alegría y "buena onda" a todos los que trates, y a los lugares donde concurras. Y ese "algo" que atrae tremendamente, será la chispa que encienda a cualquier ser triste y apenado.
Las demás personas sentirán la necesidad imperiosa de estar siempre a tu lado, puesto que tendrás mucha energía para regalar. Y... tendrás Sabiduría... Que no se aprende en colegios ni universidades, ni se obtiene a través de diplomas. ¿De dónde sacarás esa energía? De Dios, de tu Fe, de la Esperanza, y fundamentalmente, de tu Armonía con el Universo.
Viviendo bien este día tú estarás preparándote para un hermoso día sin nubes, sin tormentas, sin noche, que el Creador a todos nos ofrece educándonos y valorizando las horas con disposición, con coraje y con grandeza de alma.
Desconozco su autor
Siente el regocijo de vivir aquí y ahora, y vive plenamente. Disfruta del día y la noche, el sol y la luna, el calor y el frío, la flora y la fauna, la tierra y el cielo, la lluvia, el amanecer y el anochecer.
Goza del amor, la amistad, el trabajo, el dinero, el mar, el campo, la música, el arte, la danza, la poesía, la risa, la bondad, el placer. Aprovecha pletórico todo lo que te ofrece la vida misma. Mantente siempre dispuesto a probar algo nuevo. Nunca te niegues a aprender lo desconocido, ni le tengas temor a una nueva experiencia.
Quiere a los animales como a todo ser vivo de la naturaleza, y ayuda a conservarla. Vive cada día de tu vida como si fuera el primero y el último, y jamás te quites la edad. Porque cada edad tiene su encanto, festeja tu cumpleaños, y el de los otros.
Regala algo a tus amigos y familia sin importarte las fechas o aniversarios. Huye del rencor, del odio, de la tristeza, del sufrimiento, del dolor. Ignora con calma el mal humor de los otros. No sientas envidia, celos, ni desconfianza.
Sé agradecido, bondadoso, generoso, altruista, y eternamente dispuesto a dar una mano a quien la necesite. Ayuda lo más que puedas sin hacer ostentación de ello. Verás que te sentirás muy feliz cuando hagas un favor, sin esperar recompensas.
No le tengas temor a la muerte, porque ella no existe, es otro nacimiento. Quita al instante todo lo que pueda angustiarte de tu propia mente, y no te dejes influenciar por los malos pensamientos ajenos.
No pienses jamás en la venganza, ni con odio, ni maldad. Sé justo contigo mismo y con los demás. Confía plenamente en la Justicia Divina. Porque ella, tarde o temprano, se encargará de equilibrar tu balanza, y pesar lo justo y lo injusto. Si alguien actúa mal contigo, puedes borrarlo de tu recuerdo o de tu vida sin amargarte.
El que procede con maldad, es dueño de su destino y recibirá las consecuencias de sus actos. Ten en cuenta claramente cuál es el sentimiento mágico de la vida. Date a ti mismo el valor que te corresponde y dáselo a los demás.
Ama tu persona, desde el punto de vista físico como espiritual. De igual forma actúa con tu familia y amigos, aceptándolos tal como son.
Ama a todos como a ti mismo. No te preocupes por los "pagos" y los "cobros" de cualquier índole. Respeta profundamente el trabajo de los otros y has valer el tuyo. Si deseas hacer algo en la vida, hazlo, sin pensar si andará o no. Piensa que funcionará, y no te interese, sea cual sea tu edad, empezar cada vez que sea necesario.
Proponte crear algo y créalo, sin importarte las consecuencias. Ten absoluta confianza en ti mismo, como también en los demás. Que nunca te afecte la opinión de los otros.
No te dejes manipular, como tampoco manipules a los demás. Vístete como deseas y te gusta, no como lo dicta la moda. Adáptate a la riqueza del mismo modo que a la pobreza. Aprovecha todo. Al dinero dale el verdadero valor que tiene, y utilízalo hoy, tal como debe ser.
No tengas sentimientos de culpabilidad, ni te arrepientas por lo que hayas hecho o vivido en el pasado. Piensa que el pasado ya fue, y en el futuro vivirás lo que tenga que venir. No te preocupes jamás. ¡Vive el hoy!
Nunca andes apurado por la vida, no te irrites frente a la imprudencia de otros, ni pelees en una cola del Supermercado. Entiende la falta de sentido o la poca inteligencia en los demás. Lleva tu propia alegría y "buena onda" a todos los que trates, y a los lugares donde concurras. Y ese "algo" que atrae tremendamente, será la chispa que encienda a cualquier ser triste y apenado.
Las demás personas sentirán la necesidad imperiosa de estar siempre a tu lado, puesto que tendrás mucha energía para regalar. Y... tendrás Sabiduría... Que no se aprende en colegios ni universidades, ni se obtiene a través de diplomas. ¿De dónde sacarás esa energía? De Dios, de tu Fe, de la Esperanza, y fundamentalmente, de tu Armonía con el Universo.
Viviendo bien este día tú estarás preparándote para un hermoso día sin nubes, sin tormentas, sin noche, que el Creador a todos nos ofrece educándonos y valorizando las horas con disposición, con coraje y con grandeza de alma.
Desconozco su autor