Ser fotógrafo es una
profesión de riesgo, y que exige muchísima vocación. Porque hay que estar
dispuesto a casi todo para hacer fotografías espectaculares. Y si no, mira
estos ejemplos de fotógrafos que han tenido que darlo todo, para sacar una foto
espectacular.
Todo tipo de
fotografías son importantes. Hay
fotógrafos que, sólo se dedican, por ejemplo, a hacer fotografía de estudio.
Sin embargo, aunque este es un trabajo mucho más tranquilo, no quiere decir que
no tengan una gran presión. Las fotos, como son un encargo de ciertas personas,
siempre van ser algo subjetivo. Porque en cuestión de gustos, no hay nada
escrito.
Y luego como tenemos
todos esos fotógrafos, que se dedican a hacer una fotografía de paisaje, o de
retrato en el exterior. Esto es mucho más complicado, y hay mucha más presión.
Aunque no te lo creas, para algunas personas, este es un momento de lo más importante,
por ejemplo, como es el caso de la fotografía de arriba, cuando se trata de una
ocasión muy especial, como puede ser una boda, un bautizo, o cualquier otro
evento que sólo se da en la vida un par de veces como mucho.
Las cosas que hay que
hacer
Entonces, podríamos
decir que un buen fotógrafo no tiene por qué tener únicamente una única posee.
Es decir, el fotógrafo hace cualquier cosa, para conseguir el ángulo perfecto,
para que todo salga bien, y la composición sea perfecta. Esto es lo que vemos la
imagen, ya que la foto inicial, es la foto del resultado final. Aun así, nos
damos cuenta que en la realidad, el paisaje no es tan idílico, y que además, el
fotógrafo tiene que marcharse, y mucho, para sacar la foto tan magnífica.
El resultado merece la
pena, no sólo porque el cliente te vaya a pagar, sino porque también, todos
aquellos que nos dedicamos al tema creativo, nos gusta mucho ver el resultado
final, y sobre todo, a ver que gusta a los demás. Es por eso que es un gran
esfuerzo, y aun así, no está del todo reconocido.
Lo importante es lo
que saques
Da igual qué tipo de
fotógrafo seas, porque en todos los campos, el objetivo es parecido: sacar la
mejor foto. Ya sea la más realista, la más fantástica, o la que más miedo da.
Por eso, son muchos los fotógrafos que se arriesgan para conseguir un trabajo
bien hecho. No sólo por el reconocimiento, ni por el prestigio, sino porque es
casi una obligación moral, en algunos casos.
Entonces, es casi
imposible evitar, que haya algunas situaciones en las que el fotógrafo corra un
gran riesgo. Por ejemplo, lo que estamos viendo en la foto, es un fotógrafo
haciendo su trabajo de la manera más peligrosa posible. Porque no se trata de
un disfraz, o de una convención, o si lo fuera, siempre vamos a encontrar
casos, en las que el fotógrafo, sin tener un entrenamiento militar, debe
enfrentarse también a este tipo de casos.
Posturas imposibles
Encontrar el ángulo perfecto es algo casi
imposible. Por eso, el fotógrafo siempre debe tener una postura bastante
flexible, y además como llevar ropa de lo más cómoda y accesorios que ayuden a
conseguir la estabilidad que necesitamos para hacer una foto perfecta. No
importa tanto que parezcamos idiotas, sabiendo que todo el mundo nos mira, si
al final el resultado merece la pena, y nosotros, como creadores, nos sentimos
satisfechos con ello.
Así pues, podemos ver
que esta fotógrafa lo está dando todo, y ha hecho bien en llevar zapatos que
son de lo más cómodos, y ropa que al menos no es muy incómoda. En estos casos,
lo mejor es reconocerlo, y apreciar un poquito más de su propio trabajo, porque
todo el mundo cree que puedo hacer fotografías con una cámara buena, cuando no
es del todo cierto.
Pasar condiciones
extremas
Uno de los colectivos
que más sufre, es el de los fotógrafos especializados en un tema concreto de la
naturaleza. Porque por ejemplo, si alguien se especializa en retratar animales
de la naturaleza, y más en concreto animales que tengan que ver con el polo
norte, tiene que prepararse para pasar frío la mayor parte del tiempo. Porque
un trabajo, es un trabajo, y cada uno de nosotros tiene que ganarse el pan de
cada día.
Así que si un
fotógrafo pasa frío es porque se lo exige su trabajo. No está nada mal, porque
eso es algo que le apasiona, y si quiere dedicar toda la vida a ello, el
esfuerzo merecerá la pena, aunque otros no lo crean.
Mirar al peligro a los
ojos
Un fotógrafo no lo hace, sino que se hace. Sin
embargo, hay algunas características bien dadas, que deben tenerlas sí o sí los
fotógrafos. Por ejemplo, aunque se estudia la capacidad de descubrir cuál es el
ángulo perfecto, la creatividad juega un papel muy importante. Entonces como se
trata más bien de experimentar. Experimentar con cualquier cosa, con cualquier
comida como cualquier situación. La verdad, es que los fotógrafos, se enfrentan
a situaciones a las que todo no todo el mundo les puede sentar bien.
Algunos fotógrafos,
corren peligro extremo, al enfrentarse a la naturaleza, para hacer llegar una
situación en concreto a la sociedad civil en general. Por eso, a veces hay que
fomentar la vocación. Tal vez así, la cosa mejore.
Hay que ser apañado
Otra de las características de los fotógrafos,
es que deben ser personas muy apañadas. Porque puede haber condiciones que no
podemos controlar, y que aun así, debemos estar preparados para ello. Ya sea
porque está lloviendo en el exterior, o porque la luz no es la que esperábamos.
Entonces, tenemos que sacar todo el ingenio, para por fin, intentar que nuestro
talento vaya por el buen camino.
Así pues, si tenemos
que usar una bolsa para taparlos la cabeza para que no lo sé entre el agua en
los ojos o proteger la cámara con cualquier cartón, lo haremos enseguida,
porque eso es lo que verdaderamente hay que hacer. Todo por conseguir la foto,
y si es posible, conseguir que nuestra cámara dure mucho más tiempo.
El objetivo adecuado
Ser fotógrafo es algo caro. Más que nada,
porque es un trabajo en el que se exige mucho material, que no es nada
económico. Además, no se trata sólo de comprar los mejores objetivos como si
nada saber utilizarlos. Cada objetivo tiene su función, y por tanto, es fácil
confundirnos para qué sirve una cosa o la otra.
Entonces, por si
acaso, deberías llevar un par de objetivos. O todos los que puedas, por si
acaso encuentras el momento perfecto para utilizarlos. Y si sabes perfectamente
lo que vas a hacer, y qué es lo que vas a necesitar, lo que tendrás que llevar
tantos. Pero va así, deberás tener una buena espalda, además de una buena
mochila para llevarlos, porque si no, va a ser una tarea imposible.
Al mal tiempo buena
cara
A veces, vas a tener que aguantarte la
sonrisa, o por el contrario, las ganas de matar a la gente. Porque al fin y al
cabo, el cliente siempre lleva la razón, y la verdad es que deberías satisfacer
las necesidades del cliente. Aunque a ti te parezca de poca calidad, o incluso
un poco estúpidas. Por eso mismo, hay que saber también tener tacto en algunas
situaciones comprometidas.
Da igual que a ti te
parezca una idea un poco absurda, o que el concepto que tenga esa pareja, no
vaya contigo. Lo que tienes que hacer, es hacer tu trabajo, en cuanto mejor lo
hagas, más rápidos de irán.
Te llamarán loco
Es probable que mucha gente se te queda
mirando por la calle, cuando hagas algún retrato, o alguna fotografía. Más que
nada, porque la posición que suelen tener los fotógrafos, está bastante pegada
al suelo, además de tener las posiciones que ya les gustaría a unas monitoras
de yoga.
Algunos pensarán que
estás loco, por dedicarte a ese tipo de cosas, y que luego no salga tan
rentable, al menos económicamente hablando. Pero aun así, como hemos repetido
hasta la saciedad anteriormente, lo importante es que uno se sienta satisfecho
con lo que haga, y el resto, que diga lo que quiera. Porque aun así, somos
nosotros los que tenemos que vivir con ello.
Escondite
Por supuesto, algunos trabajos de fotografía,
soy mucho más difíciles que otros. Por eso, en naturalezas algo impredecible,
que hace que nos tiramos un poco exploradores, y aventureros en esta tierra tan
grande. Eso no quiere decir que no riesgos, como el caso de una hipotermia, o
que se estropeen los equipos en mitad de un vendaval. Por supuesto, cada
fotografía tiene su ciencia, y por eso, no hay que menospreciar absolutamente
nada de ningún campo.
Al igual que un
fotógrafo de guerra tiene en el riesgo de que puede resultar herido, él sabía
lo que va. Todos los fotógrafos de vender una conciencia de lo que van a pasar,
y de lo que les puede ocurrir, así siguen haciendo ese tipo de fotografías.
Pero aun así, hace falta gente que lo retrate, y por eso, son dignos de
admiración.
Un poco más
Los fotógrafos nunca saben
cuándo va a ocurrir algo perfecto, que les permita que pase o hacer una
fotografía perfecta. Entonces como tienen que estar el mayor tiempo posible,
sin exagerar, para conseguir una toma ideal, porque tal vez, estén pasando
muchas cosas como el fotógrafo lo pueda estar atento a todas ellas.
Pero la paciencia es
algo que puede llegar a quemarnos y si no, que se lo digan a este fotógrafo,
que está intentando fotografiar con el tiempo a su favor, y al final se acaba
quemando los pies, y parte de su equipo. Pero veces hay que hacer ciertos
sacrificios. Eso sí, sin pasarse.
A veces hay que correr
el trabajo es de lo más duro, y hay cosas que
son imprevisibles. El cambio climático, el hecho de que se ponga a llover, o
todo lo que tenga que ver con la naturaleza. Porque no podemos predecir el
comportamiento dura normal, y menos de un animal salvaje. Así pues, ver cómo
estos fotógrafos salen corriendo hasta ponerse a salvo es algo que causa
gracia, aunque igual no tanta, cuando les pille el oso.
Así pues, por eso
mismo, hay que estar preparado cuando pase este tipo de cosas. De ahí, la
importancia de llevar las zapatillas cómodas, en lugar de los tacones, por muy
mona que ya vayas. Entonces, la verdad
es que deberías primero, intentar ir cómodo, y segundo, y trabajando y
mejorando cada vez más en las fotografías. Sólo así, tu cambio se percibirá
mucho más.
Humillación
A veces, este tipo de situaciones, las que el
fotógrafo se ve metido como pueden resultar un poco hilarantes, o al menos
ridículas. Aun así, este tipo de prácticas es lo que hace que consigan
fotografías muy buenas, sin que los animales se asusten. Y esto es algo que hay
que tener muy en cuenta.
Muchas personas,
creerán que es una humillación, que una persona esté así, y que se dedique a
trabajar a escondidas, entre arbustos, entre plantas, o lo que sea. Pero
también los fotógrafos del corazón suelen hacer algo parecido, así que no hay
nada que reprochar.