Ia Haixa y Jia Wenqi no son los
ambientalistas convencionales. El primero es ciego, mientras que el segundo no
tiene ninguno de los dos brazos. Sin embargo, se las han ingeniado para plantar
juntos alrededor de 10.000 árboles en los últimos diez años.
Son oriundos de China y comenzaron su
relación de compañerismo cuando no eran capaces de conseguir trabajo. Ahora se
han convertido en los ojos y en las manos del otro y se tomaron la tarea de
transformar tres hectáreas al costado de la orilla del río en Yeli, al norte de
la provincia de Hebei.
“Yo soy sus manos”, dice Haixia. “Él
es mis ojos. Somos buenos compañeros”, contesta el hombre de 53 años que nació
con cataratas congénitas que dejaron ciego su ojo izquierdo. Luego, en el 2000
perdió la vista en el derecho a causa de un accidente de trabajo. Por otra
parte, Wenqi perdió ambos brazos en un accidente cuando tenía tan sólo tres
años.
Ante la dificultad de conseguir
empleo, el dúo se las ingenió para combinar sus propios recursos y comenzaron a
plantar árboles para ganar dinero y además beneficiar a las futuras
generaciones. Cada día, dejan su hogar a las 7 am, equipados con un martillo y una
barra de hierro. Wenqi conduce a su amigo ciego hasta el lugar de trabajo y
como no tienen dinero para adquirir árboles jóvenes, deben recoger manualmente
los esquejes, lo que resulta muy difícil teniendo en cuenta sus limitaciones.
Haixia es guiado por su compañero sin
brazos y poda lentamente los árboles para recoger los gajos. Luego, cava un
hoyo y planta el nuevo brote. Wenqi se encarga de regarlas con un balde que
maneja con sus pies. Obviamente, es un trabajo muy lento pero la dupla lo ha
mantenido desde hace varios años y ya han hecho alrededor de 10.000
plantaciones, mucho más de lo que normalmente las personas suelen hacer. Y aún
no tienen planes de terminar.
Haixia expresa que a pesar de que no
han logrado demasiado en todos los años transcurridos, reconocen el esfuerzo.
Por su parte, Wenqi agrega: “Los frutos de nuestro labor saben más dulces.
Nosotros encontramos la paz en nuestros corazones”.