martes, 13 de junio de 2017

TODO O QUE DEBERÍAS SABER SOBRE LAS DIETAS “ANTICANCER”


Aunque hay alimentos que pueden ayudarnos a prevenir su aparición no debemos fiarnos de las dietas que dicen curar el cáncer, ya que, a día de hoy, la comunidad científica no respalda ninguna
En primer lugar, los temas alusivos al cáncer tienden a ser complejos, teniendo en cuenta el sinfín de matices y problemas que traen consigo.
Todo ello depende, además, del sitio donde las células se han encargado de hacer su proceso de desarrollo.
Siendo este una problemática muy amplia en el mundo actual, han surgido muchas recomendaciones, consejos, alternativas e incluso trucos para hacerle frente.
Dicho es el caso de las dietas “anticáncer”. Tal concepto, a priori y visto de manera superficial, se lee excelente.
Solo imagina: una serie de alimentos encargados de prevenir y combatir las células cancerígenas.
Más sobre las dietas “anticancerígenas”
El verdadero problema frente al tema de los alimentos y el cáncer surge cuando aparece la afirmación acerca de que ciertas comidas pueden combatir el cáncer.
Sin embargo, y aunque la dieta sana contribuye al bienestar físico y psicológico del ser humano, ningún tipo de hábito alimenticio puede ayudar a remover las células cancerígenas.
Sumado a esto, muchos son los escépticos opuestos a las afirmaciones científicas. En términos generales, expresan y aseguran que las dietas ‘anticáncer’ son una solución verdadera.
Dietas más reconocidas contra el cáncer
Siguiendo este orden de ideas, una gran cantidad de personas confían plenamente en dietas ‘milagrosas’ para curar este padecimiento.
No obstante, en nuestro espacio no estamos respaldando el uso de estas para sanar el cáncer.
Una vez aclarado este aspecto, vamos a abordar las más famosas para prevenirlo:
Dieta macrobiótica
Aunque no es una práctica negativa, sí se vuelve peligrosa cuando afirman que puede combatir de raíz las células cancerígenas.
La dieta macrobiótica, más allá de ser una costumbre sana, es un estilo de vida. Este se basa en la alimentación para conseguir el estado de bienestar emocional y físico al máximo.
Dieta alcalina
Durante la adopción de esta, los alimentos ingeridos deben ser de orden alcalino.
Estos ingredientes provocan un desbalance en el pH del organismo, por lo que las células encargadas de ocasionar ciertos tipos de cáncer suelen tener mayor dificultad para proliferarse.
Dieta cetogénica
Abordar este tipo de dieta es un poco complejo, si bien sus defensores la afirman como una gran alternativa para atacar al cáncer.
En esta se opta por el consumo regular de proteínas y grasas saludables (como los ácidos grasos omega 3). Se debe evitar por completo el exceso de calorías y los carbohidratos.
Conclusión acerca de las dietas “anticáncer”
Las ya mencionadas son, quizá, algunas de las más reconocidas. Sin embargo, existe un gran número de dietas con este objetivo en común.
A pesar de dichos argumentos, ninguna dieta puede curar una enfermedad como el cáncer. Por lo menos, hasta el día de hoy, la comunidad científica no ha arrojado ningún resultado en cuanto a un estudio serio.
Por tal razón, la única manera de contrarrestar las células negativas del organismo es por medio de los tratamientos médicos convencionales tales como la quimioterapia, radioterapia y cirugía.
La alimentación y el cáncer
El presente artículo no es un ataque dirigido a la buena alimentación, sino todo lo contrario. Nuestro objetivo es llenar vacíos de conocimiento relativos al tema.
Cuanto más informada se encuentre la población, mejor puede hacer las cosas con respecto a sus hábitos saludables, como es el caso de la alimentación y el ejercicio.
Con respecto a los productos incluidos en la dieta, siempre debe optarse por alimentos sanos y benéficos.
Claro está, las dietas alimenticias nunca podrán curar el cáncer. No obstante, alimentarse bien nunca está de más.
Así, los siguientes alimentos pueden ser muy adecuados a la hora de llevar una vida sana:
Té verde: Ayuda a limpiar los tejidos y órganos.
Legumbres: Nos aportan grandes cantidades de fibra y favorecen la digestión.
Tomates: Son ricos en licopeno y se consideran como uno de los mejores antioxidantes naturales en el mundo.
Frutos rojos: Hacen un aporte similar al del tomate. Además, gracias al ácido elágico, se encargan de liberar a los tejidos de diversas sustancias tóxicas.
Zanahoria: Esta destaca por su aporte de beta-caroteno, un componente que también favorece los procesos antioxidantes.
Consejos para llevar una vida saludable
A pesar de no combatir el cáncer, hay algunos hábitos que sí pueden contribuir al bienestar general del organismo. Entre los más destacables encontramos:
No fumar.
Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Descansar de forma óptima, especialmente en los horarios nocturnos.