martes, 7 de febrero de 2012

LA CALLE DE LA QUEMADA


Muchas de las calles, puentes y callejones de la capital de la nueva España tomaron sus nombres debido a sucesos ocurridos en las mismas, a los templos o conventos que en ellas se establecieron o por haber vivido y tenido sus casas personajes y caballeros famosos, capitanes y gentes de alcurnia. La calle de la quemada, que hoy lleva el nombre de 5a. Calle de Jesús maría y según nos cuenta esta dramática leyenda, tomó precisamente ese nombre en virtud a lo que ocurrió a mediados del siglo xvi.


Cuéntase que en esos días regía los destinos de la nueva España don Luis de Velasco i., (después fue virrey su hijo del mismo nombre, 40 años más tarde), que vino a reemplazar al virrey don Antonio de Mendoza enviado al Perú con el mismo cargo. Por esa misma fecha vivían en una amplia y bien fabricada casona don Gonzalo espinosa de Guevara con su hija Beatriz, ambos españoles llegados de la villa de Illescas, trayendo gran fortuna que el caballero hispano acrecentó aquí con negocios, minas y encomiendas. Y dícese en viejas crónicas desleídas por los siglos, que si grande era la riqueza de don Gonzalo, mucho mayor era la hermosura de su hija. Veinte años de edad, cuerpo de graciosas formas, ojos glaucos, rostro hermoso y de una blancura de azucena, enmarcado en abundante y sedosa cabellera bruna que le caía por los hombros y formaba una cascada hasta la espalda de fina curvatura.

Asegurábase en ese entonces que su grandiosa hermosura corría pareja con su alma toda bondad y toda dulzura, pues gustaba de amparar a los enfermos, curar a los apestados y socorrer a los humildes por los cuales llegó a despojarse de sus valiosas joyas en plena calle, para dejarlas en esas manos temblorosas y cloróticas.

Con todas estas cualidades, de belleza, alma generosa y noble cuna a lo cual se sumaba la inmensa fortuna de su padre, lógico es pensar que no le faltaron galanes que comenzaron a requerirla en amores para posteriormente solicitarla como esposa. Muchos caballeros y nobles galanes desfilaron ante la casa de doña Beatriz, sin que esta aceptara a ninguno de ellos, por más que todos ellos eran buenos partidos para efectuar un ventajoso matrimonio.

Por fin llegó aquel caballero a quien el destino le había deparado como esposo, en la persona de don martín de Scópoli, marqués de Piamonte y Franteschelo, apuesto caballero italiano que se prendó de inmediato de la hispana y comenzó a amarla no con tiento y discreción, sino con abierta locura.

Y fue tal el enamoramiento del marqués de Piamonte, que plantado en mitad de la calleja en donde estaba la casa de doña Beatriz o cerca del convento de Jesús maría, se oponía al paso de cualquier caballero que tratara de transitar cerca de la casa de su amada. Por este motivo no faltaron altivos caballeros que contestaron con hombría la impertinencia del italiano, saliendo a relucir las espadas. Muchas veces bajo la luz de la luna y frente al balcón de doña Beatriz, se cruzaron los aceros del marqués de Piamonte y los demás enamorados, habiendo resultado vencedor el italiano.

al amanecer, cuando pasaba la ronda por esa calle, siempre hallaba a un caballero muerto, herido o agonizante a causa de las heridas que produjera la hoja toledana del señor de Piamonte. Así, uno tras otro iban cayendo los posibles esposos de la hermosa dama de la villa de Illescas.

Doña Beatriz, que amaba ya intensamente a don martín, por su presencia y galanura, por las frases ardientes de amor que le había dirigido y las esquelas respetuosas que le hizo llegar por manos y conducto de su ama, supo lo de tanta sangre corrida por su culpa y se llenó de pena y de angustia y de dolor por los hombres muertos y por la conducta celosa que observaba el de Piamonte.

Una noche, después de rezar ante la imagen de santa lucía, virgen mártir que se sacó los ojos, tomó una terrible decisión tendiente a lograr que don martín de Scúpoli marqués de Piamonte y Franteschelo dejara de amarla para siempre.

al día siguiente, después de arreglar ciertos asuntos que no quiso dejar pendientes, como su ayuda a los pobres y medicinas y alimentos que debían entregarse periódicamente a los pobres y conventos, despidió a toda la servidumbre, después de ver que su padre salía con rumbo a la casa del factor.

Llevó hasta su alcoba un brasero, colocó carbón y le puso fuego. Las brasas pronto reverberaron en la estancia, el calor en el anafre se hizo intenso y entonces, sin dejar de invocar a santa lucía y pronunciando entre lloros el nombre de don martín, se puso de rodillas y clavó con decisión, su hermoso rostro sobre el brasero.

Crepitaron las brasas, un olor a carne quemada se esparció por la alcoba antes olorosa a jazmín y almendras y después de unos minutos, doña Beatriz pegó un grito espantoso y cayó desmayada junto al anafre.

Quiso dios y la suerte que acertara a pasar por allí el fraile mercedario fray marcos de Jesús y gracia, quien por ser confesor de doña Beatriz entró corriendo a la casona después de escuchar el grito tan agudo y doloroso.

Encontró a doña Beatriz aún en el piso, la levantó con gran cuidado y quiso colocarle hierbas y vinagre sobre el rostro quemado, al mismo tiempo que le preguntaba qué le había ocurrido.

y doña Beatriz que no mentía y menos a fray marcos de Jesús y gracia que era su confesor, le explicó los motivos que tuvo para llevar al cabo tan horrendo castigo. Terminando por decirle al mercedario que esperaba que ya con el rostro horrible, don martín el de Piamonte no la celaría, dejar &yakuta; de amarla y los duelos en la calleja terminarían para siempre.

el religioso fue en busca de don martín y le explicó lo sucedido, esperando también que la reacción del italiano fuera en el sentido en que doña Beatriz había pensado, pero no fue así. El caballero italiano se fue de prisa a la casa de doña Beatriz su amada, a quien halló sentada en un sillón sobre un cojín de terciopelo carmesí, su rostro cubierto con un velo negro que ya estaba manchado de sangre y carne negra.

Con sumo cuidado le descubrió el rostro a su amada y al hacerlo no retrocedió horrorizado, se quedó atónito, apenado, mirando la cara hermosa y blanca de doña Beatriz, horriblemente quemada. Bajo sus antes arqueadas y pobladas cejas, había dos agujeros con los párpados chamuscados, sus mejillas sonrosadas, eran cráteres abiertos por donde escurría sanguaza y los labios antes bellos, carnosos, dignos de un beso apasionado, eran una rendija que formaban una mueca horrible.

Con este sacrificio, doña Beatriz pensó que don martín iba a rechazarla, a despreciarla como esposa, pero no fue así. El marqués de Piamonte se arrodilló ante ella y le dijo con frases en las que campeaba la ternura:

-ah, doña Beatriz, yo os amo no por vuestra belleza física, sino por vuestras cualidades morales, sois buena y generosa, sois noble y vuestra alma es grande...

el llanto cortó estas palabras y ambos lloraron de amor y de ternura.

-en cuanto regrese vuestro padre, os pediré para esposa, si es que vos me amáis. Terminó diciendo el caballero.

La boda de doña Beatriz y el marqués de Piamonte se celebraron en el templo de la profesa y fue el acontecimiento más sensacional de aquellos tiempos. Don Gonzalo de espinosa y Guevara gastó gran fortuna en los festejos y por su parte el marqués de Piamonte regaló a la novia vestidos, alhajas y mobiliario traídos desde Italia.

Claro está que doña Beatriz al llegar ante el altar se cubría el rostro con un tupido velo blanco, para evitar la insana curiosidad de la gente y cada vez que salía a la calle, sola al cercano templo a escuchar misa o acompañada del esposo, lo hacía con el rostro cubierto por un velo negro.

A partir de entonces, la calle se llamó calle de la quemada, en memoria de este acontecimiento que ya en cuento o en leyenda, han repetido varios autores, siendo estos datos los auténticos y que obran en polvosos documentos.

PIDE VACACIONES EN LA CÁRCEL

Una detenida sueca demandó unos días de descanso en prisión.

Natalia Pshenkina, una mujer sueca de 31 años, pidió al Gobierno de su país tomarse unas vacaciones del trabajo asignado en la prisión de Ystad, donde se encuentra cumpliendo una condena de por vida.

La señora, convicta por haber asesinado a su novio en 2005, tomó un empleo dentro de las instalaciones del servicio penitenciario y ahora cree que como compensación por los servicios brindados, y como lo indican las leyes laborales suecas, merece unas vacaciones.

"Pregunté en qué fechas pueden tomarse unos días los presos", escribió Pshenkina en una carta al Consejero de Justicia del país. "Y la respuesta que obtuve fue que los convictos no tienen permitido tomarse vacaciones", concluyó indignada la mujer.

Anders Annerfalk, vocero del Servicio Penitenciaro, confirmó que los detenidos no están protegidos por el sistema laboral y las leyes de trabajo no aplican para ellos.

Al parecer, Natalia deberá seguír trabajando sin gozar un período de descanso. Después de todo, no es que tenía planedas una vacaciones en el Caribe.

INVENTAN LABIOS POSTIZOS PARA LUCIR MÁS JOVEN


"Porque una boca de plástico rejuvenece a cualquiera"


Japón sigue sorprendiéndonos con sus locuras. Hoy queríamos contarles acerca de un extraño invento que deja muy poco a la imaginación. Se trata de unos labios postizos de goma que en teoría sirven no sólo para lucir más joven, sino que ayudan a ejercitar y relajar los músculos de la cara.

Llamada Face Slimmer y fabricadas por la conocida empresa de cosmética Glim, la pieza bucal simula una boca con anchos labios plásticos que se asemejan a los de una muñeca inflable o, sin ir más lejos, a los de cualquier veterana modelo que haya pasado varias veces por el cirujano.

El funcionamiento, o modo de uso, es muy sencillo: simplemente se coloca en la boca como quien se pone una dentadura postiza. Según los fabricantes, con usarlo unos tres minutos diarios y realizar pequeños ejercicios vocales alcanza para que las arrugas de la cara desaparezcan a los pocos meses.

A pesar de la cantidad de comentarios vulgares y mal pensados que comenzaron a circular por Internet cuando se dieron a conocer las fotos del producto, la empresa aclaró que los labios postizos sólo sirven para rejuvenecer la peil, y que cualquier otro uso, sexual o no, que se le pueda llegar a dar, corre por cuenta de las fantasías y responsabilidad de los usuarios. De la misma manera, lectores de Noticias Locas, nosotros les mostramos las fotos aquí. Juzguen ustedes por su propia cuenta.