¿Te sientes estancado en tu vida? ¿No
tienes ninguna meta? Entonces, puede que te encuentres en la tan conocida zona
de confort.
Es esa zona en la que nos sentimos tan
a gusto, pero al mismo tiempo tan limitados. Hoy descubrirás algunas formas de
salir de tu zona de confort.
La zona de confort se forma debido a
nuestra constante tendencia a buscar lo que nos da seguridad. Por eso, nos
aferramos a aquello que nos proporciona esta sensación.
Sin embargo, esto es muy limitante. La
zona de confort en ocasiones nos hace depender de un puesto de trabajo que no
nos gusta o de una pareja que no queremos porque “bueno, no está mal”.
No obstante, con el tiempo esto nos
desgasta.
1. Anota todo lo que te gusta hacer
Una de las formas de salir de tu zona
de confort consiste en algo muy simple. Toma un cuaderno o un folio y empieza a
anotar todas las actividades o cosas que te hacen feliz.
Puede que te guste montar a caballo,
leer, ir a pasear, ir al gimnasio, patinar, viajar, tocar un instrumento… Ahora
la pregunta es: ¿Le dedicas tiempo a todo eso que te gusta?
Si estás en tu zona de seguridad lo
más probable es que te percates de que has dejado de hacer muchas de esas cosas
que te gustan. Ahora es el momento de recuperarlas.
Agarra ese papel y empieza a
transformar lo que has escrito en actos.
2. Vuelve de nuevo a cuidarte
Otra de las formas de salir de tu zona
de confort es volver a cuidarte. Porque, aunque no te des cuenta, ese lugar tan
seguro te limita y te desgasta tanto que has dejado de pensar en ti.
¿Cuánto hace que no practicas
ejercicio? ¿Te alimentas de la manera adecuada? ¿Duermes lo que tu cuerpo te
pide? Seguro que hay cosas a las que no les estás prestando atención.
Salir de tu zona de confort es
difícil. La pereza te invadirá para que te preguntes: “¿de qué me sirve todo
esto?”. Ahí está la clave. No le hagas caso a este pensamiento.
Piensa en ti, cuida de ti y verás cómo
todo empieza a cambiar para mejor.
3. Socializa con otras personas
La zona de confort a veces te aísla de
tal manera que dejas de quedar con amigos o hasta te invade esa gran pereza
para conocer gente nueva.
Es importante que, una vez realizados
los pasos anteriores, empieces a socializar con personas que puedan estar
involucradas en lo que estás haciendo.
Por ejemplo, si te gusta tocar un
instrumento y te apuntas a un grupo, ¡interactúa con los demás miembros! No te
cierres en banda.
Moverse en otros círculos de amistades
te provoca inseguridad, pero esa es una consecuencia de haber estado demasiado
tiempo en la zona de confort.
4. Reserva un tiempo para ti
La cuarta de las formas de salir de tu
zona de confort es la de reservar un tiempo para ti. Porque, aunque no parezca
muy importante, ¡lo cierto es que sí lo es!
Esto puede ir ligado a la parte de
cuidarse, pues en ocasiones tendemos a desperdiciar el tiempo que tenemos sin
aprovecharlo.
Reserva media hora o una hora y haz lo
que quieras. ¿Qué te dice tu cuerpo? ¿Qué te apetece? Deja los pensamientos a
un lado y déjate guiar por tu corazón.
Los pensamientos pueden limitarte,
pues te intentarán convencer de que no salgas de tu zona de seguridad.
5. Empieza a cuestionar tus
pensamientos
Como has podido darte cuenta, quienes
te intentan convencer para que no salgas de tu zona de confort son tus
pensamientos. Esos que te dicen que ahí estás seguro, que no te pasará nada
malo.
Sin embargo, ¿sabes si son en realidad
ciertos? Al igual que en otras facetas de la vida, ¿por qué no pruebas a
llevarles la contraria?
Te descubrirás dándote cuenta de lo
equivocados que están esos pensamientos y de la cantidad de creencias que
pululan por tu mente.
Es el momento de relativizar todo esto
y empezar a vivir plenamente sin miedo
Esperamos que estas formas de salir de
tu zona de confort puedan ayudarte o darte algunas pistas de cómo mejorar tu
vida.
Asimismo, te animamos a que seas
consciente de que esa zona de seguridad encierra muchos miedos e incertidumbres
que alimentamos manteniéndonos en ese mismo lugar.
¿Permitiremos que esto continúe así?