Sí, todavía sigue habiendo cosas que estamos utilizando
mal, a pesar de que las nuestra era tecnológica parece habernos dado una
capacidad para ciertas cosas, pero nos ha incapacitado para otras. Así pues,
comprender algunas cosas, es algo que todavía nos cuesta. Y el brick de leche,
una de ellas.
Efectivamente el cartón de leche, es algo que siempre
nos ha superado. En un principio, lo que hacíamos, era despegar una de las
solapas, y cortarlas con las tijeras, o si éramos muy fuertes, cortarlas con
las manos. Era lo más útil, y lo más lógico. Sin embargo, en los últimos años,
han empezado a llevar unos tapones de plástico, que se enroscan, y ya tienen el
agujero hecho, por lo que no tenemos que sufrir, así nosotros mismos agujero
con tijeras, o con las manos.
Así que nos hemos empezado a utilizar, pero resulta,
como podemos ver en la imagen, que lo hemos estado usando al revés durante toda
la vida, durante todo el periodo en el que se ha incorporado este tipo de
cartones de leche. También nos sirve para zumos, y otro tipo de cartones de
líquido. Aun así, probablemente, no nos funcione, a la primera por lo menos, si
decidimos cambiar nuestro hábito, y usarlo de la forma correcta.
Porque con la forma incorrecta, ya nos habíamos
acostumbrado al peso, y al volumen del cartón, mientras que la forma correcta,
y la nueva, es posible que no nos guste el resultado. Es probable, que la
leche, o el líquido, se nos desborda por todos los lados. Y además, también es
habitual que no calculamos bien la distancia, y quedamos nosotros los que final
terminemos haciendo un estropicio y malgastando medio cartón de leche.
Si puedes, lo que lo que tienes que hacer es ir
probando, en plan prueba-error, porque debemos hacer que las cosas funcionen,
aunque no sea tan fácil, de la forma correcta.