Aunque suele recomendarse el consumo
de fibra para mejorar la digestión y optimizar la depuración de desechos, si
padecemos colitis es mejor evitarla, ya que puede incrementar la hinchazón y
los dolores.
La colitis es una enfermedad digestiva
que se produce por la inflamación del intestino grueso debido a una
intoxicación alimentaria o infección parasitaria.
De hecho, solo un número reducido de
casos está relacionado con dificultades circulatorias, afecciones inflamatorias
y tratamientos con radiación.
Muchos tienden a confundirlo con
episodios comunes de diarrea, ya que esta es uno de sus síntomas principales.
No obstante, en este caso se produce
con más severidad, casi siempre acompañada con hinchazón, dolor abdominal y
fiebre.
Además, a diferencia de otros
problemas digestivos, suele producirse de forma recurrente con un periodo de
duración más largo.
Debido a esto es primordial conocer
más sobre la enfermedad y, al respecto, tener claro cuáles son los alimentos
que pueden empeorar sus síntomas.
En esta ocasión queremos compartir los
8 principales para que empieces a limitar su consumo desde ahora.
¡Descúbrelos!
Frituras y alimentos grasos
Las frituras y los alimentos con altos
niveles de materias grasas pueden empeorar los síntomas de la colitis debido a
que dificultan la digestión y aumentan el nivel de inflamación.
Su consumo excesivo incrementa las contracciones
intestinales y los episodios de dolor y diarrea en quienes padecen esta
enfermedad.
Granos y semillas enteras
Si bien desde siempre se ha
recomendado el consumo de fibra para lograr una óptima digestión, los pacientes
con colitis deben evitar la que proviene de alimentos como los granos y las
semillas enteras.
Y es que esta aumenta la producción de
gases en el intestino y, por ende, influye en la aparición de la hinchazón y
los dolores.
Café y té
Mantener su consumo puede empeorar los
cólicos y la irritación relacionada con este trastorno.
Además, dado que tiende a acumularse
en el cuerpo, influye en los procesos que eliminan las toxinas.
4. Leche y productos lácteos
La leche entera y los productos
lácteos son enemigos número uno de los pacientes que luchan contra este
problema digestivo.
Esto no solo se debe a sus altos
aportes de grasas, sino también a su contenido de lactosa.
Si bien no todos presentan
intolerancia a su consumo, lo mejor es reducirlos al máximo para evitar futuras
complicaciones en el colon.
Carnes embutidas
Su ingesta habitual genera
dificultades a nivel digestivo y aumenta la presencia de toxinas en el colon.
Por si fuera poco, debido a los
componentes que contienen también influyen en la tendencia a padecer obesidad y
enfermedades inflamatorias.
Margarina
La margarina y la mantequilla son
alimentos que definitivamente no deben estar en el plan de alimentación de las
personas con colitis.
Estas contienen demasiada grasa trans
y aceites hidrogenados que, al ser asimilados en el cuerpo, empeoran la
inflamación del intestino.
Además, también estimula la producción
de los químicos que incrementan la irritación y el dolor.
7. Harinas refinadas
Las harinas refinadas son un alimento
inflamatorio que puede empeorar la severidad de los síntomas de los pacientes
con problemas en el intestino.
Esta variedad de alimentos ha sido
sometida a procesos industriales en los que pierde un gran número de
propiedades y nutrientes.
Como consecuencia su digestión resulta
más difícil y, en algunas personas, pueden desencadenar reacciones alérgicas.
Lo más preocupante es que están
presentes en muchos alimentos de consumo habitual y, por lo tanto, es difícil
evitarlos por completo.
Bebidas carbonatadas y alcohólicas
Las bebidas alcohólicas y las gaseosas
son bastante irritantes para aquellos que padecen colitis y dificultades
digestivas.
Su contenido de azúcares refinados,
además de dióxido de carbono y colorantes, aumenta la acidez e inflamación.
Además, son responsables de síntomas
como los gases, el dolor y la diarrea.
En conclusión, debido a las
complicaciones digestivas que se pueden producir por la colitis, lo mejor es
procurar reducir al máximo la ingesta de todos estos alimentos.
Si bien muchos hacen parte de la dieta
habitual, lo más conveniente es buscar alternativas saludables para facilitar
el control de esta enfermedad.