sábado, 24 de febrero de 2018

¿POR QUE AUMENTO DE PESO CUANDO HACE FRIO?



Existe la creencia, errónea, de que en temporada de frío debemos comer más calorías, pues nos ayudará mantener nuestra temperatura corporal. Si bien, nuestro organismo parece pedirnos más comida y genera calor cuando la comemos,  lo cierto es que no es necesario ingerir más calorías, al menos no con el estilo de vida que llevamos.

Por un lado, nuestros niveles de melatonina –hormona ligada al sueño y al apetito– disminuyen, lo que podría tener un impacto en el hambre que sentimos, de acuerdo con el doctor Perry Barrett, de la Universidad de Aberdeen. Sin embargo, señala el investigador, lo curioso es que lo que más varía no es la ingesta de alimentos, sino los alimentos en sí mismos, pues nuestros antojos cambian.

Mientras que en primavera y verano sentimos mayor antojo por carbohidratos, en otoño e invierno, deseamos comer más comida dulce o rica en grasa. Es común que en esta época del año tengamos deseo de alimentos ricos en grasa. Aunque no queda claro si tiene que ver con un mayor acceso a ésta, si puede ser una cuestión emocional ligada a la forma en que el clima afecta nuestras emociones o si es vestigio de nuestra evolución; buscar alimentos que nos permitan guardar energía mientras pasa el clima frío.

Por otro lado, algunos estudios sugieren que la vitamina D, que obtenemos de la exposición al sol, tiene algún efecto en nuestro peso; por lo que al llegar el invierno y con menos tiempo para recibir nuestra dosis de luz solar, almacenamos más grasa en esta temporada. Esto de acuerdo a un estudio de la Universidad de Central Lancashire.

Nutricionistas coinciden en que el frío favorece un aumento de peso; combatir los antojos resulta más difícil, nuestro cuerpo busca almacenar más grasa para utilizar como energía posteriormente y ciertamente la disminución de la temperatura no invita a ejercitarnos; pero no nos engañemos, no es la temperatura, sino nuestros hábitos los que incitan este aumento.

Por supuesto, quizá requeriremos una mayor fuerza de voluntad que en los meses más cálidos, pero a fin de cuentas se trata de aprender a tomar decisiones más saludables respecto a lo que comemos.

Escrito por: Elena Pedrozo