jueves, 10 de agosto de 2017

VA A TRABAJAR NADANDO TODOS LOS DIAS PARA EVITAR EL TRÁFICO.



 La mayoría de los trabajadores en Múnich, Alemania, pasan horas atrapados en el tráfico, o tratando de meterse todas las mañanas en un tren hacinado, pero para Benjamin David, de 40 años, el viaje al trabajo es en realidad una experiencia relajante. Todos los días se zambulle al río Isar y nada dos kilómetros hasta su oficina en Kulturstrand.



 Benjamin David solía ser uno de los miles de habitantes de Múnich tratando de hacerse camino en las concurridas carreteras y en los senderos para ciclistas, pero hace dos años decidió que necesitaba encontrar una alternativa más sencilla, y el río Isar parecía la respuesta obvia. El río pasa justo debajo de su apartamento en Baldeplatz, y, aunque nadie lo ha usado para viajar en décadas, solía ser la mejor manera de moverse. La gente viajaba arriba y abajo del Isar usando balsas, y, en un punto, era una de las rutas más populares entre Roma y Viena. Pero en lugar de remar en una balsa, Benjamin decidió nadar hasta el trabajo, y ha sido su principal medio de transporte por los últimos dos años.
Cada mañana, Benjamín, fundador y portavoz de una pequeña consultora de cultura y negocios, sale de su apartamento en Baldeplatz, cruza la calle y salta al río Isar. Tiene que nadar dos kilómetros a su oficina en Kulturstrand, lo que le toma generalmente cerca de media hora. Una vez allí, se seca con una toalla, se viste una remera, y espera a que sus colegas superen el tráfico pesado, disfrutando de un capuchino en un café.



El nadador encontró la manera perfecta de mantener sus cosas secas mientras está en el agua: una bolsa especial que no sólo es impermeable, sino que también se llena de aire cuando la enrolla, actuando como boya. Se llama “Wickelfisch” y fue diseñada por una startup en Suiza, donde nadar al trabajo se ha convertido en tendencia. La bolsa contiene la computadora portátil, papeles, y la ropa seca de Benjamin, y le permite simplemente flotar en el río si sus brazos se cansan.
Dependiendo de la temporada y la temperatura del agua, Benjamin se pone un par de pantalones cortos o un traje de baño, pero siempre lleva sandalias de goma para proteger sus pies. La gente tira todo tipo de cosas en el río, desde botellas de vidrio hasta bicicletas, y las sandalias le brindan protección.


Pero, aun así, nadar en un río puede ser peligroso. Benjamin es un hombre de familia y no quiere arriesgar su vida sólo para ahorrar tiempo, así que todas las mañanas, antes de irse a trabajar, chequea online y comprueba el nivel del agua, la temperatura y la fuerza de las corrientes. Si todo está dentro de los límites seguros, se dirige al río, pero si no, opta por uno de los medios convencionales de transporte.

En este momento, Benjamin David es la única persona en Múnich que utiliza el río Isar para ir al trabajo, pero con alrededor de 30.000 nuevos trabajadores que trasladándose a la ciudad alemana cada año, el tráfico no está mejorando, por lo que espera que algunos de sus compañeros Münchners se unan a él para un baño diario.