Si no tienes alergia, también la notas, porque
tus compañeros de al rededor están estornudando todo el rato. Pañuelos, gotas
para los ojos, antihistamínicos e inhaladores son muy frecuentes en esta época
del año. Pero, ¿Qué pasa con las mascotas? ¿Crees que no sufren la primavera?
Pues estás muy equivocado.
Los perros también pueden tener
alergia al polen. Al ser un ser de la naturaleza, creemos que no hay nada que
pueda con ellos, pero es mentira. Así, tienes que estar atento a alguno de los
síntomas. Por ejemplo, algunos de los más frecuentes son las rojeces de la
piel, así como los picores. Si ves que se rascan, comprueba dos cosas: que no
sean pulgas o parásitos, o si es la alergia. Por supuesto, en estos casos lo
mejor es consultar a un veterinario.
Los picores pueden afectar a todo el
cuerpo, pero es bastante frecuente que se rasquen las axilas, o se laman,
porque es la parte más delicada de un perro. También, igual que a los humanos,
les puede afectar en los ojos, o en los oídos. ¿Se puede tratar estas alergias?
No se suele dar pastillas o antihistamínicos, así que no intentes darle ninguna
de las tuyas, porque eso es peligroso. Consulta primera al veterinario.
Podemos intentar evitar las alergias.
Para ello, debemos estar atentos constantemente a las patas y a las
almohadillas, porque son lugares donde se puede adherir el polen, y luego los
perros, al rascarse, lo empeoran mucho más. Además, como cuando ya es primavera
suele hacer calor, se puede aprovechar para bañar a nuestra mascota, para así,
refrescarlos también para el calor. Ante todo, hay que alejar a los perros de
las zonas donde haya más polen, pero también más vegetación, y esto es
fundamental para que luego no les afecte de más. ¿Y tú? ¿Te has dado cuenta de
si tu perro tiene alergia?