Con este pequeño dispositivo, que se
implanta en el cerebro, los pacientes con algún tipo de parálisis podrán
moverse utilizando el pensamiento subconsciente.
En las últimas décadas la tecnología y
la medicina se han dado la mano para desarrollar tratamientos y soluciones
contra las patologías que se creían incurables.
Los retos científicos han tenido
importantes avances y gracias a esto muchas personas enfermas han podido
mejorar su calidad y expectativa de vida.
Pese a que en muchos casos ha sido
imposible encontrar una cura, los hallazgos han dado esperanzas y tratamientos
mucho más efectivos que los que había antes de tener a la mano tanta
tecnología.
El más reciente ejemplo lo expuso un
grupo de investigadores australianos, quienes crearon un diminuto dispositivo
de escasos 3 centímetros, el cual podría ayudar a las personas con parálisis o
prótesis a volver a caminar.
Se trata del “Bionic Spine”, o en español “columna
vertebral biónica”, que puede ser implantado en un vaso sanguíneo al lado del
cerebro para que los pacientes parapléjicos tengan una movilidad basada en
pensamientos subconscientes.
Un dispositivo prometedor
Los investigadores que han creado este
interesante dispositivo pertenecen al hospital Royal Melbourne, la universidad
de Melbourne y el Instituto Florey de Neurociencias y Salud Mental.
Su idea es que el dispositivo
encuentre una vía diferente para conectar los pensamientos con las acciones del
cuerpo, en lugar de usar la que se encuentra dañada.
En este sentido, el objetivo es que la
persona afectada puede hacer movimientos con sus pensamientos subconscientes,
es decir, sin tener que hacer algún tipo de fuerza mental para lograr la
acción. De conseguirlo, podrá ejecutar movimientos a partir del deseo, tal y
como lo hace cualquier otra persona.
La inserción de la médula biónica se
realiza a partir de un pequeño corte en
el cuello para poder ingresar un catéter que la contiene.
Esta llega hasta uno de los vasos
sanguíneos para después ser transportada hacia la corteza motora del cerebro,
que es la encargada de generar impulsos nerviosos para dar inicio a los
movimientos musculares voluntarios.
Una vez el catéter se retira, los
electrodos de la parte exterior de la columna vertebral biónica se adhieren a
las paredes de una vena y comienzan a grabar las señales eléctricas de la
corteza motora.
Estas señales se transmiten a otro
dispositivo que se implanta en el hombro del paciente, lo que finalmente hará
que las prótesis biónicas se muevan a través de Bluetooth.
Esto es algo que la persona no logra
hacer al instante, pero los investigadores aseguran que mediante el
entrenamiento y los pensamientos deliberados poco a poco empezará a controlar
las maniobras desde el subconsciente.
Por primera vez será probado en
humanos
Hasta el momento, el dispositivo solo
se ha probado en experimentos con ovejas, pero el equipo tiene previsto un
ensayo con humanos para el año 2017.
Los tres pacientes para la prueba
serán elegidos de la unidad de médula espinal Austin Health y esta se realizará
en el hospital Royal Melbourne, en Victoria.
En esta primera etapa se elegirán
personas con parálisis en sus extremidades inferiores, para ir analizando las
respuestas de manera gradual.
De acuerdo con las declaraciones de Terry
O’Brien, jefe del departamento de neurología del hospital, este avance es un
“santo grial” en la investigación de la tecnología biónica.
Por su parte, el doctor Nicholas Opie,
coinvestigador principal e ingeniero
biomédico de la universidad de Melbourne, aclaró que los participantes no serán
sometidos a un proceso complicado, aunque sí algo extenso.
Tras realizar la intervención
quirúrgica, la parte complicada será lograr que ellos aprendan a pensar y mover
las extremidades biónicas de una forma natural y mediante su subconsciente.
Esta no será una solución para reparar
las vías dañadas del cerebro, sino de buscar caminos alternativos para llevar
las señales correspondientes a las extremidades.
“Lo que está haciendo es poner una
grabadora sobre las señales del cerebro y proporcionar un conducto para mover
la extremidad a través de esas señales sin pasar por la zona dañada”, explicó el doctor.
Pese a que no es la primera pieza de
tecnología diseñada para ayudar a mejorar la capacidad de movimiento de los
pacientes con parálisis, el equipo detrás de su desarrollo asegura que es el
mayor avance que han conseguido, tanto por los resultados como por su tamaño.
De conseguir respuestas positivas en
las pruebas con humanos, se espera que también puedan ser utilizadas como
tratamiento de los pacientes con epilepsia, trastorno obsesivo-compulsivo o
enfermedad de Parkinson.
La tecnología ha sido descrita en
Nature Biotechnology.