Una inglesa de 58 años llegó a su
casamiento en un ataúd tirado por una moto. La mujer trabajaba en una
embalsamadora en una casa funeraria y quería hacer algo “diferente” para su
boda.
“En vez de entrar en un carruaje, dije
`voy a aparecer en un ataúd´”, explicó Jenny Buckleff.
El cajón pertenece a su excéntrico
hermano. “Mi marido ha estado interesado siempre en esqueletos y calaveras. la
casa está llena de ornamentos como esos y él está cubierto de la cabeza a los
pies con tatuajes. El ataúd fue comprado como un regalo y él lo transformó en
un remolque. Cuando vamos de viaje, lo llevamos atrás para llevar el equipaje”,
dijo su cuñada Haley.
Ninguno de los invitados sabía de sus
planes, por lo que se llevaron una gran sorpresa al verla entrar a la iglesia.
Su prometido, Chris aseguró que cuando
se enteró se sorprendió pero lo aceptó con tal de que ella fuera feliz.