sábado, 8 de septiembre de 2018

LA AHORCADA MARIA



Cuenta la aterradora la leyenda de la ahorcada María, como todas las monjas del convento Concepción eran espantadas por un fantasma. Resulta ser que durante las noches, alguna monja siempre salía al jardín para estar cerca del arroyo o tomar agua de ahí mismo. Lo cierto es que a través del agua podía verse en ese entonces la horrenda figura de una monja que estaba colgando de un árbol de durazno que se encontraba detrás de ellas. Salían corriendo despavoridamente las monjas y avisaban a la madre superiora, pero para entonces ya no se veía la visión.

Con el tiempo se empezó a conocer la verdad tras el cadáver que colgaba de forma horrenda para asustar a todas las monjas del convento. Se trataba de doña María de Ávila, una mujer que tenía sellado su destino junto a un hombre del cual se enamoró. Sin embargo, las intenciones del muchacho no eran buenas y esto generó gran discordia con los hermanos de la joven. Ellos sabían que los recursos económicos del hombre eran escasos y que estaba engañando a su hermana para ganar poder y dinero. Le ofrecieron una buena suma para que la abandone para siempre.

La ahorcada María se sumió en una enorme depresión, más todavía al enterarse de que sus hermanos lo habían ahuyentado de su lado. Pidió disculpas a Dios por sus pecados y se colgó del árbol de duraznos que estaba en el convento donde vivió sus últimos años. Desde el mes siguiente sucedió su aparición a las demás monjas que a altas horas paseaban por el jardín. La primera medida fue que dejaran de hacerlo.

Como consecuencia lo ocurrido con María, los hermanos fueron culpables y asesinados, se quemó la casa donde vivía la familia y no quedó ningún rastro de la historia. Debido a que el fantasma siguió apareciendo, también se quitó el árbol y se tapó el arroyo, pero esto no fue suficiente porque ella siguió apareciendo colgada del aire como si todavía el duraznero estuviera en su lugar.