Con la cabeza en su lugar.
Un perro llamado Jack se convirtió en malabarista cuando su dueña Nicole Lee lo utilizó de mesa al apoyar un cesto de palomitas en su cabeza mientras veía una película. Cuando vieron que nada voló por los aires, Nicole y su novio Trey comenzaron a entrenar a Jack para mantener en equilibrio casi cualquier objeto, siempre que no sea muy pesado.
Un perro llamado Jack se convirtió en malabarista cuando su dueña Nicole Lee lo utilizó de mesa al apoyar un cesto de palomitas en su cabeza mientras veía una película. Cuando vieron que nada voló por los aires, Nicole y su novio Trey comenzaron a entrenar a Jack para mantener en equilibrio casi cualquier objeto, siempre que no sea muy pesado.
Desde una cámara de fotos a una pelota de fútbol o incluso una sartén el talento de este pastor australiano parece no conocer límites. Con sólo 3 años que traducido en edad humana sería un universitario Jack continua demostrando sus talentos. Según su dueña su último truco es cerrar todos los cajones y armarios de la cocina y abrir y cerrar la heladera nada mal para un malabarista de cuatro patas