Viajamos de nuevo en el Cronovisor de
Javier Sierra y lo hacemos hasta el 18 de marzo de 1877. Es el momento en el
que Vicente Blasco Ibáñez entra en la Masonería. A partir de ese instante, sus
inquietudes políticas, sociales y viajeras lo convertirán en un personaje
absolutamente fascinante y muy desconocido para el gran público que solamente
conoce sus novelas.