En el pasado, los pacientes con
cirugía plástica traían fotos de celebridades para mostrarles a sus cirujanos
cómo querían verse, pero en los últimos años, esto se está volviendo menos
común. Ahora es más probable que los pacientes presenten a los cirujanos sus
propias selfies mejoradas utilizando aplicaciones como Snapchat o Facetune. Al
parecer, querer parecerte a tus selfies de Snapchat perfeccionadas es un nuevo
fenómeno psicológico que los científicos llaman “Snapchat dysmorphia”.
Según el Dr. Neelam Vashi, director
del Cosmetic and Laser Center de la Universidad de Boston: “Ha aparecido un
nuevo fenómeno llamado ‘Snapchat dysmorphia’, donde los pacientes buscan
cirugía para ayudarlos a aparecer como las versiones filtradas de ellos
mismos”.
Las aplicaciones como Snapchat no solo
te permiten agregar cosas como cuernos de unicornio y orejas de perro, sino que
también ofrecen una amplia gama de filtros que pueden suavizar tu piel, cambiar
el color de tus ojos o hacer que tu rostro parezca más delgado. Anteriormente,
este tipo de tecnología era mucho más costosa y compleja; normalmente solo
verías este tipo de ultraperfección aplicada a las celebridades en las
revistas. Sin embargo, en estos días, todo lo que necesitás es un smartphone.
El término Snapchat dysmorphia
proviene del trastorno dismórfico corporal (BDD). Las víctimas de BDD están
obsesionadas con sus defectos físicos percibidos; estos defectos pueden no ser
necesariamente visibles para otros. Al parecer, las redes sociales pueden
llevar a más personas a sufrir este tipo de problemas. La investigación ha
sugerido que la cultura selfie está cambiando la forma en que las personas se
ven a sí mismas. Alrededor del 55% de los cirujanos plásticos faciales han
informado que se encuentran con pacientes que eligen pasar por el quirófano
para verse mejor en sus selfies.
Existe una conexión entre la publicación
de selfies editadas en las redes sociales y los niveles de insatisfacción
corporal. Un estudio de 2015 de adolescentes encontró que quienes compartían
este tipo de imágenes en las redes sociales tenían más probabilidades de tener
problemas de autoestima.
Algunos pueden argumentar que esta
nueva tecnología es en realidad algo bueno para la imagen personal, ya que ha
“retirado el telón” sobre las posibilidades de edición de fotos. Cuando la
tecnología era más exclusiva, se conocía menos, y la persona promedio era más
propensa a creer que una foto editada de una celebridad era totalmente genuina.
En respuesta a la controversia en
torno a Snapchat dysmorphia, un portavoz de Facetune dijo: “Facetune y Facetune
2 en realidad están rompiendo la ilusión de ideales de ‘cuerpo perfecto’.
Todos, desde las famosas supermodelos hasta tu tía, las usan, y todos saben que
todo el mundo las está usando. Argumentar lo contrario es ingenuo. Nivela el
campo de juego para todos”.
Sin embargo, muchas investigaciones
sugieren que este tipo de aplicaciones nos están haciendo perder el contacto
con la realidad. Crean un estándar de belleza que no es replicable en el mundo
real.