Miguel emprende su camino hacia
Tepoztlán, a sólo 17 minutos de Cuernavaca, considerado pueblo mágico porque en
su suelo se unen misticismo, bellezas naturales, sabor e historia. El cerro del
Tepozteco, la danza de los chinelos, el papel amate y el tianguis dominical,
son sólo algunos de sus encantos. Un lugar lleno de magia donde reencontramos
el pasado prehispánico y el colonial.