Se les
ha buscado paralelos con culturas africanas. Las enormes cabezas de piedra con
rasgos negroides que aparecieron en Mesoamérica en el siglo XIX despertaron
todo tipo de teorías y fantasías. Y con todo, casi dos siglos después, los
olmecas siguen siendo una de las culturas más fascinantes y enigmáticas de la
Antigüedad