Juliano
el Apóstata intentó en el siglo IV dar la espalda al cristianismo y volver a la
tradición 'pagana'. La historiografía nos lo ha presentado como una especie de
hereje. Sin embargo, fue un emperador culto. Un verdadero pensador que merecía
un cronovisor junto a Jesús Callejo... ¡¡¡y
ya van 100!!!