martes, 8 de junio de 2010

ORION, UN PERRO HEROICO



Historias caninas: Orión, un perro heroico. De raza Rottweiller, se convirtió en animal de rescate la noche del 15 al 16 de diciembre de 1999, cuando la riada destruyó Cerro Grande, Naiguata, Estado Vargas en Venezuela.

Desde la mañana de día 15 Orión se encontraba nervioso y ladraba sin parar, presagiando el acontecimiento que horas más tarde sucedería. Cuando la avalancha de agua les obligó a él y a su dueño a abandonar la casa, la heroicidad de este perro entró en acción.


Demostró su valentía ante la situación al salvar a una niña de ocho años, de ser arrastrada por la corriente y momentos más tarde la dejó en la orilla; posteriormente sacó del agua a otra niña de 14 años y ayudó a ocho niños más a protegerse de las aguas en lugares elevados.

A la mañana siguiente contabilizaron el salvamento de 37 personas, entre los que se encontraba un anciano de 80 años. Días después Orión participó en un reconocimiento oficial donde resaltaban lo esfuerzos de voluntarios, veterinarios, médicos y funcionarios de los Cuerpos de Seguridadad entre otros.

Fue condecorado con una medalla de honor al valor, cinta azul y diploma por su labor desempeñada como perro de rescate y salvamento; donde demostró su nobleza y fidelidad, en el desastre que acabó con la vida de miles de personas en el litoral de Venezuela.

LA LEAL Y HEROCA PERRA SHANA



Historias caninas: La leal y heroica perra Shana. Este hecho ocurrió en el estado de Nueva York en el año 2006. Esta perra abandonada fue recogida por un matrimonio que tiene un santuario de animales salvajes y que además dan clases a niños y adultos sobre como salvar especies en peligro y que cuidados ofrecer a estos animales heridos.

Una noche mientras el matrimonio atendía a estos animales, de desató una tormenta de nieve, que cortó el suministro eléctrico e hizo caer un enorme árbol delante de ellos, al que siguieron otros más que les impidió el paso hacia la casa.


Como no existía modo de cruzar, buscaron refugio para mantenerse abrigados. Fue en ese momento cuando Shana, una perra lobo recogida por el matrimonio siete años antes y que les acompañaba a todos lo sitios, empezó a cavar un tunel por debajo de los árboles caídos.

Después de dos horas de laborioso trabajo, la perra consigió llegar hasta la casa, que se encontraba a unos 70 metros y volvió inmediatamente a por sus amos, para que la siguieran. Ellos estaban debilitados por el frío, por lo cual Shana tuvo que arrastrar a ambos todo el camino de regreso.

Los depositó en el suelo de la casa y se tendió sobre ellos para darles calor y mantenerlos vivos hasta que llegaron los bomberos a la mañana siguiente. La perra fue condecorada con un premio, que tradicionalmente sólo reciben las personas.