lunes, 21 de septiembre de 2015

EJERCICIOS SUAVES PARA ANTES DE ACOSTARNOS Y PREVENIR EL INSOMNIO

 Para conseguir resultados es muy importante que seamos constantes y que nos centremos en la actividad que estamos llevando a cabo, liberando nuestra mente de preocupaciones y cualquier pensamiento negativo.
Si eres de esas personas que ya lo han probado todo con tal de conseguir un sueño reparador por las noches, estamos seguros de que esta información te va a servir de ayuda.

Todos sabemos que hablar de ejercicio físico antes de acostarnos es algo que nos sorprende y que, por lo general, no es recomendable. Salir a correr o andar puede activarnos demasiado y lo más conveniente es que, dos horas antes de ir a la cama, entremos ya en un adecuado estado de calma.

De ahí, que sea muy acertado poner en práctica estos ejercicios suaves y relajantes que nos van a ayudar a armonizar nuestra respiración, nuestra mente y nuestro cuerpo, para prepararlo de cara al descanso.
Los beneficios de los ejercicios suaves para prevenir el insomnio
Hay quien practica yoga, otros prefieren el taichí. No importa cuál sea tu tendencia o tus gustos a la hora de ejercitar tu cuerpo. En este caso, lo que buscamos ante todo es un tipo de ejercicio que nos sea de utilidad para evitar el insomnio.

Los especialistas del sueño recomiendan hacer ejercicios suaves una hora antes de dormir.
Se busca, ante todo, relajar nuestro cuerpo y nuestra mente.
Necesitamos, además, depurar los pensamientos negativos del día y las preocupaciones, para conseguir un equilibrio interno que facilite un sueño tranquilo y reparador.
Este tipo de ejercicios suaves están muy recomendados, por ejemplo, para personas con altos niveles de estrés. Con ellos se consigue que acaben la jornada gestionando un poco mejor toda ese energía acumulada durante el día, canalizarla y dejarla escapar de modo saludable.
Como dato que tener en cuenta, debes saber que estos ejercicios suaves solo tendrán su efecto si somos constantes y lo practicamos cada día.
Recuerda también que 2 horas antes de acostarnos es recomendable que apaguemos todos los aparatos electrónicos. Las ondas de estos dispositivos son muy estimulantes, así que lo mejor es dejar de consultar el ordenador, relajarnos y seguir estas recomendaciones tan sencillas.
 1.  Postura de calma
Lo primero que vamos a hacer es colocar la almohada bajo nuestra espalda de forma longitudinal. Túmbate sobre ella boca arriba, tal y como ves en la imagen superior, cuidando ante todo de que tu espalda y tu cabeza reposen sobre ella.

Separa las rodillas, junta las plantas de los pies y relájate en esta postura. Permite que los brazos descansen también de la forma que te sea más cómoda, o bien extendiéndolos o uniendo las manos sobre tu cabeza.  Permanece en esta posición 10 minutos, respirando e inspirando con profundidad.
 2. Postura de la media vela
Es importante saber que esta serie de ejercicios se deben llevar a cabo siempre que nuestro cuerpo lo permita. Es decir, si tienes algún problema de espalda deberás ir con más calma y llegar donde te sea posible y encuentres comodidad.
La postura de la media vela es tan sencilla como relajante. Basta con tumbarte sobre la cama y levantar las piernas para dejarlas apoyadas sobre la pared. Nada más. Pon las manos sobre tu vientre y respira con tranquilidad, relajándote y liberando tu mente. Permanece así 10 minutos.
 3.- Flexión de recogimiento interior
Con esta postura buscamos solo aislarnos del exterior para entrar en contacto con nuestros pensamientos, en calma, sin presiones, buscando la comodidad de nuestro cuerpo.

Siéntate sobre la cama con las piernas cruzadas y coloca ante ti dos cojines. Ahora inclínate sobre ellos para relajar la cabeza y los brazos. Escucha tu respiración, toma aire con tranquilidad y déjalo escapar.

Piensa que estás en el interior de una burbuja en calma, en paz y protegida.
4. Postura de la serpiente
No te asustes por el título. Las serpientes son flexibles, se adaptan, son ligeras y no pesan. Lo que vamos a intentar es encontrar una postura donde la espalda y la mente entren en armonía y equilibrio.

Túmbate boca arriba y dobla tu rodilla derecha, acompañándote de tu cadera para ir al lado izquierdo. Extiende un brazo y, con la otra mano, haz presión para que esa rodilla que tienes en el aire llegue a tocar la superficie de la cama. Permanece en esta posición 5 minutos, y repite lo mismo en el otro lado del cuerpo.
Consideraciones que debes tener en cuenta
Para que estos ejercicios suaves tengan su efecto y nos permitan tener mejor calidad de sueño, es necesario que los realices una hora antes de ir a dormir. Hazlos en un lugar cómodo, encima de la cama o bien en una colchoneta sobre el suelo.

Ponte ropa cómoda y recuerda siempre acompañar cada movimiento con un pensamiento libre de preocupaciones. Cada flexión, cada postura debe ayudarte no solo a dar flexibilidad a tu cuerpo, sino también a relajar tu mente para liberarte de sobrecargas físicas.

Si empiezas hoy mismo y eres constante, verás resultados. ¿Te animas?