Por Patricia Padilla/Luis Felipe López
Monroy
Nacido el 23 de septiembre de 1917 en
Tulancingo Hidalgo, hijo de Jesús Guzmán
Campuzano y Josefina Guzmán Huerta Márquez, fue el quinto de siete hijos. Su
familia en búsqueda de nuevos horizontes para sus hijos decidió emigrar de
Tulancingo a la Ciudad de México D.F en los años de 1920 asentándose cerca del
jardín del Carmen en el barrio de Tepito.
En este lugar el comienza su despertar
y su inclinación hacia la práctica deportiva en especial de algunos deportes
como el béisbol y el fútbol americano,
sin embargo existía un deporte que en extremo captaba su atención: La
Lucha y comienza a aprender la
disciplina de el jiu-jitsu y
posteriormente la lucha grecorromana disciplina que lo hace entusiasmarse por
la lucha libre. Fue hasta los años 30´s que se hace evidente su interés por la
práctica de la Lucha libre. Basados en algunos carteles de la época se dice que
Rodolfo inicia su carrera el 28 de junio de 1934 en la Arena Peralvillo
Cozumel, aunque la Empresa Mexicana de Lucha Libre (EMLL), asegura que fue en
el Deportivo Islas de la colonia
Guerrero en 1935.
No es sino en la arena Pachuca que el
entonces también luchador Jack O´Brien vio el estilo luchístico de Rodolfo
quien en ese tiempo se hacía llamar “Rudy Guzmán” y lo recomendó con Jesús
Lomelí instructor de la EMLL, quien lo trajo de nuevo a la Capital, por
increíble que parezca en sus inicios su carrera no fue para nada exitosa y no
es que fuera mal luchador simplemente no atraía la atención del público
aficionado, situación que lo orilla a enmascararse y darle vida a un nuevo
personaje cuyo nombre seria aludiendo a un
color que definitivamente no se acercaría en nada a lo que sería la
representación final de este gran ídolo de multitudes pues se hizo llamar “ El
Hombre Rojo”.
Durante este periodo tenía que luchar
casi a diario por diferentes rumbos de la Ciudad, así como dedicarse a
diferentes oficios como la carpintería, la pintura de brocha gorda, y la
mecánica para poder ganarse su sustento.
Con su trabajo y disciplina diaria
consigue ingresar a la EMLL en el año de 1936 creyendo entrar por la puesta
grande, pues en su presentación obtiene su primer triunfo en la Arena México;
desafortunadamente pierde sus dos combates siguientes, repitiendo nuevamente la
historia de pasar como un luchador sin
pena ni gloria y teniendo una nula aceptación del publico es entonces cuando en
noviembre de ese año decide dejar la EMLL. A la par de estos hechos Lomelí,
decide también dejar la EMLL y formar su propio espectáculo luchístico y decide
llamar a El Hombre Rojo para que formara parte de este, es así como se
reencuentra con el hombre que lo había apoyado en sus inicios.
A la par de su afán por ser un gran
luchador comienza otro tipo de lucha, la lucha contra la aceptación popular, y
el conseguir fama y fortuna, es entonces cuando Rodolfo decide adoptar una
nueva mascara e identidad y se haría llamar : “El Murciélago II” con lo cual
aprovechaba un poco la fama de Jesús “El Murciélago“ Velásquez, pero al dueño
del nombre no le hace la mínima gracia esta situación y apela a las autoridades
de la Comisión de Box y Lucha, con el fin de que el poco conocido luchador
dejara de ocupar el nombre. Rodolfo pierde otra lucha una de las mas difíciles
de su vida pues no solo pierde el nombre que le había ayudado a conseguir un
poco de fama, tiene una perdida más importante, la perdida de uno de los
pilares de su vida, de su familia: su padre, don Jesús Guzmán Campuzano fallece
dejando a Rodolfo sin ánimos y sintiendo sus sueños tirados por la borda.
Es así como transcurre algún tiempo
llegando a la década de los 40´s en donde a sus principios Rodolfo contrae
nupcias con María de los Ángeles Rodríguez Montaño con quien procreó diez hijos
entre los que se encuentra el ahora sucesor de nuestro Enmascarado de Plata
mejor conocido como El Hijo del Santo.
En esta década es también cuando él y
Lomelí regresan a la EMLL. Y es aquí
como y cuando comienza la leyenda.
Don Jesús Lomelí ya tenía planeado un
nuevo equipo para Rodolfo, uno completamente plateado y al que debían elegirle
un nombre acorde con lo que representaba el tan lucidor color, fueron tres los
principales nombres entre los que se debía de elegir y en el cual depositar
toda la confianza y los sueños de fama fortuna y aceptación del público, pues
con el talento y la calidad luchística
ya se contaba y era nata de Rodolfo, los nombres fueron: El Santo, El
Diablo y El Ángel. Rodolfo se decide por el primero de ellos EL SANTO sin
imaginar siquiera lo que más adelante representaría para él y para ese público
que tanto deseaba conquistar. Es entonces cuando se pone a confeccionar su
equipo que en este principio era sumamente humilde y cuya mascara al principio
era un verdadero suplicio pues estaba confeccionada con piel de cochino y la hacía
ser un verdadero horno.
Por fin el 26 de julio de 1942 Rodolfo
Guzmán Huerta hace su debut en la Arena México como EL SANTO, debut con
consecuencias inesperadas: en la lucha se enfrentaría con El Lobo Negro
luchador que lo dominaba ampliamente en la lucha, tal vez la desesperación y el
afán por sobresalir y por fin lograr algo con su carrera de luchador Rodolfo
pierde el control, pues al sentirse completamente dominado por El Lobo Negro,
nuestro Santo opta por la violencia y comienza a cometer una serie de foules
contra su oponente, situación ante la cual el réferi trata de poner remedio,
intervenir e impedirlo, pero lo único que consiguió fue que El Santo le
destrozara la camisola, y ante este ataque huracanado del rudo debutante y no
pudiendo contenerlo decide descalificarlo. En
nuestro país y hasta ese momento nunca nadie había sido descalificado
por lo que el público quedo impresionado y admirado del nuevo rudo.
Fue entonces cuando todos aquellos
sueños que Rodolfo ya había dejado de lado surgieron de nuevo y deseaba
fervientemente ser el campeón de cada una de las categorías del pancracio y
también agradar al público que ya pagaba por verlo luchar.
El 16 de agosto de 1942, en la vieja
Arena México El Santo reflexiona sobre el valor de su máscara después de
enfrentarse a uno de sus rivales más encarnizados: “Bobby Bonales “La Maravilla
Moreliana” y es cuando se propone dicho por el mismo “ME PROPUSE CONSERVAR MI
MASCARA CONTRA VIENTO Y MAREA, PUES ERA LA MÁXIMA EXPRESIÓN DE MI PERSONALIDAD,
EL SÍMBOLO PERFECTO DEL MISTERIO QUE PODRÍA RODEAR MI FIGURA EN EL ENCORDADO”.
Vendría un año más tarde un
enfrentamiento deseado una revancha más allá del plano competitivo la revancha
contra una lucha perdida en un escritorio: La lucha contra el “Murciélago”
Velásquez, aquel hombre que no le había permitido enmascararse como el
“murciélago II”, el desquite estaba en sus propias manos. El murciélago era el
monarca nacional de peso medio, monarquía hecha pedazos por el Enmascarado de
Plata, el triunfo fue suyo y la deuda cobrada.
Después de esto vendría un triunfo
tras otro y para tratar con el Enmascarado de plata había que respetar las
reglas del juego que el mismo proponía mediante la frase “Nadie hay detrás del
enmascarado. Todos y ninguno a la vez”. Nadie pudo frenar su carrera hacia la
cumbre, se convirtió en el mejor peso Welter, en Campeón Nacional de esta
división y después Campeón Nacional de peso Medio, no había quien pudiera
ganarle.
En abril de 1943 se inaugura uno de
los principales centros luchísticos del país, mandado construir por Don
Salvador Lutteroth: La Arena Coliseo, pero dicho evento tenía que ser digno de
la apertura de este inmueble, tenía que ser una lucha sensacional, y eligió a
un verdadero maestro, al máximo ídolo de aquel entonces, Carlos “El Tarzan”
López, y quien debería de enfrentarse contra el novato que estaba causando
sensación, el rudo más odiado: “El Santo”. Esta lucha fue la primera gran
frustración de el Enmascarado de Plata, pues estaba el Campeonato Mundial de
Peso Medio en juego y que poseía “el Tarzan” López y el cual retuvo con un
contundente dos al hilo. Este hecho hizo
que el Santo quien ya pensaba estar en la cúspide pusiera los pies en el suelo,
sufría a sus 26 años la más escandalosa derrota de su carrera y no bastando
esto el 11 de junio del mismo año pierde el Campeonato Nacional de Peso Medio
en manos de “Bobby” Bonales.
A finales de 1943, El Santo enfrentó a
Jack Blomfiel y durante el segundo asalto del combate, este último logró
quitarle la máscara, pero para su sorpresa debajo de aquella ¡había otra! El
Plateado preservó así el misterio de su identidad y se abalanzó sobre su rival,
con lo cual sólo consiguió que lo descalificaran.
Vinieron después sucesos difíciles
para el Santo como pasar por la cárcel por golpear a “Dientes” Hernández y a
dos de sus fanáticos, y un accidente automovilístico que casi le cuesta la
vida. Después de esta mala racha, obtuvo una gran victoria quitándole la
cabellera a Jack O´Brien. Poco después recuperaría el Campeonato Nacional de
Peso Medio, venciendo a “Bobby” Bonales.
A mediados de 1944, "Gori"
Guerrero busca al Santo y le propone ser su pareja. Éste lo acepta, pero sólo
en el interior de la República, ya que el originario de Guadalajara aún no era
conocido en la capital y El Santo era de nuevo Campeón Nacional de Peso Medio.
Sin embargo, la brutalidad de Salvador Guerrero a hacer ruido y pronto se gana
apelativos como el ave de las Tempestades y El Chacal. Eran tiempos de rudos
bestiales, como León Kirilenko "El Ruso Loco", único luchador en la
historia cuyo sadismo provocó que el público le arrojara excremento la noche de
su debut.
El domingo 19 de noviembre de 1944,
cuando El Santo y Gori suben al cuadrilátero de la Arena México para destrozar
a "Bobby" Bonales y a Jack O’Brien, iniciando una mancuerna
sangrienta y destructiva que el cronista Toño Andere no dudó en bautizar como
La Pareja Atómica. De este modo Gori aprovechó la fama del Santo (el luchador
del año en 1944) para colocarse en los estelares; a cambio, le cedió una llave
de su invención: ‘la de a caballo’, que El Santo se encargaría de hacerla suya.
En 1946 La Pareja Atómica fue declarada la mejor de año y El Plateado lograría
un año de importantes victorias, la principal: obtener el campeonato mundial de
peso welter, derrotando al búlgaro Pete Pancoff. También festejó la adquisición
de su primera casa propia. La última ocasión que El Santo y Gori subieron al
encordado como La Pareja Atómica fue en 1953, cuando le ganaron a
"Tarzan" López y a Pilusso.
Los cincuenta marcarían un parteaguas
en la vida del Santo. Por un lado, un ataque al corazón ocasionaría la muerte
de doña Josefina Huerta, madre del luchador y, por el otro, en 1951 el luchador
empezó a perfilarse como icono de la cultura popular, gracias a las historietas
de José G. Cruz.
Llego entonces el triunfo tan
esperado, su máximo trofeo, la mascara de Black Shadow, quien se jactaba de
querer tener la satisfacción de descubrir el rostro de a quien llamaba
“campeoncito antipático” y de una vez
por todas descubrir la ridiculez que encerraba El santo tras su máscara
plateada; El hombre de goma como se le conocía, llevaba cinco años en los
cuadriláteros, hacía pareja con Blue Demon, ya que decían ser hermanos (aunque
en realidad sólo eran compadres), y era famoso por sus topes suicidas. Entre El
Santo y él había surgido una rivalidad a muerte. Ambos se jugarían las máscaras
y la reputación de la recién dividida EMLL.
El 17 de noviembre de 1952 fue la
fecha escogida. A las 22:30 horas, ante una Arena Coliseo repleta de más de
seis mil gargantas, Shadow e El Santo suben al cuadrilátero, seguido por sus
asistentes Blue Demon y Dick Medrano, respectivamente. Luego de varios minutos
de tantear terreno, de buscar minuciosamente el punto débil del enemigo, Shadow
decide lanzarse sobre su rival pero falla en su lance; El Santo aprovecha para
hacerle un crotch y dejarlo de espaldas a la lona. En la segunda caída, Black
Shadow comienza a dominar al Enmascarado de Plata con golpes de antebrazo y
patadas voladoras; el técnico impone su ciencia y trata de abrir al Santo con
todas las llaves, finalmente, arremete con un tope contra El Enmascarado de
Plata y éste cae noqueado. Todo se decidiría en la última caída: Shadow,
crecido, lanza al Santo contra las cuerdas y le aplica varios látigos para
rematar con un poderoso cangrejo. El Plateado aguanta y logra zafarse para
arremeter contra Shadow con un látigo, preámbulo de su tradicional llave ‘de a
caballo’. El público creyó que la lucha había llegado a su fin, pero no por
nada le decían: Shadow "El Hombre de Goma"
No sólo se zafó de la llave, sino que
trató de aplicar una media tapatía al ídolo, quien correspondió con una palanca
al brazo para después caer enredados en un doble medio cangrejo. Pocos testigos
sobreviven de aquel final: El Santo esquiva un tope mortal de Shadow cuyo
destino es hacia fuera del encordado. De regreso El Enmascarado de Plata lo
recibe con unas tijeras a la cabeza, le acomoda una patada entre las piernas y
lo somete definitivamente con una rana. El réferi Rubén Blancarte levanta la
mano del Santo mientras dice que el nombre del encapuchado Black Shadow es
Alejandro Cruz Ortiz, éste se quita la máscara pero no se la entrega al Santo,
sino que huye con ella hacia los vestidores ante la sorpresa de todos. Blue
Demon llegó al vestidor y le dijo que ya se la diera, porque la prensa se le
echaría encima, por lo que sólo entonces mandó otra máscara al Santo.
Dolido por la muerte de su compadre
(Black Shadow) Blue Demon se enfrenta al Santo y lo vence en dos caídas al
hilo. Esa fue la segunda gran humillación que sufrió El Santo, pero también fue
la última, porque nadie volvió a ganarle en mano a mano en dos caídas al hilo.
El primer boom de la lucha libre se
dio en la última etapa de Miguel Alemán, sobre todo por las transmisiones
de las lucha por televisión, suspendidas
en 1954; En esos años José G. Cruz comenzó a publicar su exitosa historieta del
Santo y éste por su parte se ganó la devoción de buena parte del público al
haber vengado algunas afrentas al orgullo nacional , como cuando derrotó a Sugi
Sito en 1954 al ganarle el Campeonato Mundial Medio y de paso vengar a
"Tarzan" López; o cuando conquistó para México el cetro mundial
welter de la NWA ante Peter Pancoff, triunfo que lo hizo salir en hombros de la
arena. Todo México quería ver al Santo. Era tanta la demanda por verlo, que en
varias ocasiones el enmascarado aparecía programado el mismo día y a la misma
hora en dos arenas distintas, lo que significaba la aparición de algunos clones
del Santo que aprovechaban el uso de la máscara para hacerse de dinero en
pequeñas arenas del interior de la República. Rodolfo Guzmán comenzó a hacer su
fortuna en esos años, pero también luchaba por un refresco y un plato de
comida. Su gran sencillez y la manera obsesiva con que protegía su verdadero
rostro, lo acompañarían hasta el día de su muerte.
Para finales de los años 50, Fernando
Osés, luchador y actor, invitó al Plateado a trabajar en el cine, y aunque al
Santo no le interesaba dejar el cuadrilátero por el set, aceptó. Fernando Osés
y Enrique Zambrano escribieron las dos primeras cintas del enmascarado: Santo
contra el Cerebro del Mal y Santo contra los hombres infernales, ambas de 1958
y dirigidas por Joselito Rodríguez. Con estos filmes, el ídolo de la lucha
inició su carrera en el cine, y con el transcurso del tiempo las ofertas se
sucedían una tras otra, porque su presencia representaba un éxito rotundo en
taquilla.
Veinte años después de que naciera
como un rudo bestial, el 5 de julio de 1962, El Santo luchó como técnico por
primera vez acompañado por Henry Pilusso, contra los Hermanos Espanto. Semanas
atrás la alineación era exactamente al revés: El Santo luchaba del lado de los
Espanto, mientras que Pilusso conformaba una terna con el Rayo de Jalisco y
Rito Romero. Sus compañeros traicionaron al Enmascarado de Plata y Pilusso
entró en su ayuda. Había llegado el momento de administrar el cariño del
público; ya no era necesario ser el malo y violento de la historia. La fama que
había alcanzado El Santo entre los niños, gracias a las historietas de José G.
Cruz y a sus primeras películas, lo había renovado por completo. Desde entonces
El Plateado nunca dudó de su condición de héroe, los niños se le acercaban
cuando subía al ring y le pedían autógrafos; él los cargaba y se retrataba con
ellos. Luego los bajaba cariñosamente, les daba un beso paternal y comenzaba la
lucha. La rivalidad con los Hermanos Espanto culminó con una lucha de máscaras
contra el Espanto I, celebrada el 30 de noviembre de 1963 y recordada como una
de las más sangrientas en la historia de la lucha libre de México. Tanto que al
terminar ésta, El Santo semiinconsciente, con la máscara totalmente desgarrada
y teñida de rojo, le preguntó al legendario aficionado don Erasto García, quién
había ganado. "Usted Profe", le dijo y lo ayudó a llegar al vestidor.
Su fama creció gracias a filmes como
Santo contra los zombies (1961), Santo contra el estrangulador (1963), El barón
Brákola (1965) y Santo y Blue Demon contra los monstruos (1969), aunque en
diversas ocasiones la calidad de éstos fue menospreciada por la crítica
nacional. El Plateado gozaba de gran popularidad tanto que, a menudo, era
llamado para participar en campañas políticas a favor del PRI. Cuando Gustavo
Díaz Ordaz fue postulado para la presidencia, la presencia del enmascarado
atrajo cientos de partidarios a uno de sus actos políticos; en otra ocasión
otro candidato a la primera magistratura de la República expresó: "Dígale
que le agradezco mucho su cooperación, pero al paso que vamos, ¡él terminará
siendo el presidente”.
El Santo filmó 24 películas
taquilleras en las que alternó lo mismo con Blue Demon que con Gaspar Henaine
"Capulina", al tiempo que en los cuadriláteros ganó el nacional de
peso medio al derrotar a Karloff Lagarde; el nacional de peso semicompleto ante
El Espanto I; el mundial de peso medio ante René Guajardo, y durante tres años
fue campeón nacional de parejas junto al Rayo de Jalisco.
El Plateado vive los setenta en la más
alta gloria, pero ya no como el gran rival mano a mano que era. Su fuerza había
mermado y tenía 60 años aproximadamente. Aun así, en 1975, El Santo, Mil
Máscaras y El Solitario fueron declarados el mejor trío del año. En 1977 la
Empresa Mexicana de Lucha Libre sufrió una ruptura entre sus elementos. El
Plateado culminó su relación con la familia Lutteroth y, al igual que El
Solitario, Tinieblas, Los Villanos y Mil Máscaras, se fue al bando de los
‘independientes’. Con ellos, en el Toreo de Cuatro Caminos escenificó los
últimos combates de su vida. Rodolfo Guzmán seguía luchando pero comenzaba a
pensar en su retiro. Ya había sufrido un infarto al miocardio y el médico
Horacio Ramírez lo apremiaba a tomar la decisión del retiro. Hubo tres
despedidas oficiales: la primera, en el Palacio de los Deportes. La segunda, en
la Arena México. La definitiva en el Toreo de Cuatro Caminos el 12 de
Septiembre de 1982. Se reunió de nuevo con sus grandes amigos: "Gori"
Guerrero, "Huracán" Ramírez y El Solitario, para enfrentar a la
cuarteta integrada por El Texano, El Signo, El "Negro" Navarro y El
"Perro" Aguayo, su último gran rival. Los rudos fueron descalificados
por exceso de rudeza. Querían darle la despedida que se merecían y se ensañaron
con él. No era para menos; en 50 años, había participado en más de 10 mil
combates, había rapado y desenmascarado a decenas de luchadores que trataron de
ponerse a su nivel, había ganado todos los campeonatos posibles, había visto el
nacimiento y derrumbe de cientos de luchadores y seguía ahí, como un rey
viviente, resistiendo la vida y la lucha, que para él eran una sola batalla
larga y misteriosa pero con, límite de tiempo.
Al retirarse El Santo de las arenas
luchísticas, se dedicó a la producción se sus propias películas y trabajando
como escapista al lado del mago Yeo en el Teatro Blanquita. Aun en las giras
teatrales era celoso de su incógnita, nunca se quitaba la máscara; para comer
usaba una tapa mas abierta. El Santo supo que estaba desahuciado. No le
bastaban sus actos de escapismo ni el efusivo amor que le demostraban sus hijos
y seguidores para saciar sus ansias de vivir. Cuando vio al menor de sus
vástagos usar su máscara y subir a un encordado, no pudo contener el llanto; la
vida que había sido tan pródiga con él le comenzaba a dar la espalda. Semanas
antes de morir sorprendió al público cuando descubrió su rostro en el programa
Contrapunto, conducido por Jacobo Zabludowsky. Esa fue quizá una señal
premonitoria del próximo final de su vida. Ya no tenía sentido conservar en
secreto lo que el tiempo se encargaría de hacer polvo. Cuando lo enterraron
llevaba puesta su máscara; la convirtió en su propio rostro.
El 5 de Febrero de 1984 al concluir
una presentación se sintió agotado y en su camerino se acostó para reposar.
Pero la muerte lo aguardaba y fue trasladado de urgencia al Hospital donde al
poco tiempo dejó de existir, víctima de un infarto al miocardio a la edad de 67
años.
En la segunda función que comenzaba a
las nueve de la noche dieron la noticia de la muerte del ídolo. Todos los
cuadriláteros de la República guardaron un minuto de silencio en memoria de
aquel hombre. El 6 de Febrero, después de su funeral, El Plateado fue sepultado
en Mausoleos del Ángel y más de 10 mil personas fueron a despedirlo y varios
luchadores, entre ellos Black Shadow y Blue Demon, cargaron el féretro. A su
paso por las calles, la gente se desbordaba, se escuchaban sus gritos, porras y
llantos, el tránsito se paró, las instalaciones del cementerio fueron
insuficientes para alojar a los admiradores, que con lágrimas en los ojos y
expresiones de profunda tristeza, daban el último adiós al héroe de las mil
batallas.
Durante su vida tuvo la posibilidad de
elegir ser dos personas pero ante la muerte quiso ser El Santo y permanecer así
para siempre, aun cuando hayan desaparecido todos los que lo vieron sin
máscara. Santo, el demonio, el héroe, el que nunca leyó completos los guiones
de sus películas, el católico que estudió hasta la secundaria, que pegaba entre
las piernas, que rezaba en cada esquina, que luchaba contra los monstruos, y
dejaba que los pequeños se le acercaran, había dejado en la lucha libre un
hueco difícil de llenar.
Su muerte física no terminó con el, su
hijo ha hecho posible que la leyenda que se forjó siga siendo una realidad.
Cuando El Plateado vio debutar a su vástago como El Hijo del Santo no pudo
contener las lágrimas, y comentó a su hijo Alejandro: "Al ver a tu hermano
me estoy regresando 30 años". Su espíritu encarnó en este nuevo cuerpo,
trascendió el personaje y se posesionó de él. Es el Enmascarado de Plata
actual, El Santo del siglo XXI, porque el espíritu y la materia se unieron para
continuar luchando.
Su calidad como ser humano era mayor,
en un encuentro en el que hizo pareja con Franco Colombo, quién resultó con una
gran herida en la frente y al llegar al vestidor se dio cuenta de que todos se
habían retirado. El Santo era el único que lo esperó y lo llevó al médico y se
mantuvo a su lado hasta que lo curaron, incluso lo acompaño a su casa. "El
Güero" Rangel, reconocido réferi, también da testimonio del gran ser
humano que era. Según él, en una ocasión llegó a la arena un señor humilde y le
preguntó si podía hablar con El Santo, Rangel fue a buscarlo y le expresó el
deseo del visitante, a lo cual el luchador respondió que sí, que lo esperaba.
El señor había organizado una función de lucha en el Estado de México porque
necesitaba con gran urgencia dinero, pues su esposa estaba enferma y requería
de una costosa operación. El Santo aceptó presentarse en la función y al
término de ésta, el organizador le preguntó al Plateado cuánto le debía, algo
que este último respondió: "Mira tráeme un refresco y una torta porque
tengo hambre, con eso me doy por pagado". En agradecimiento este hombre
regresó a buscarlo, ya que gracias al dinero recaudado se salvó su esposa, y le
llevó quesos, mantequilla y crema, que fueron recibidos con gran humildad por
el enmascarado.
Filmografía y personaje interpretado:
La Furia de los Karatecas (1982) ...
Santo, el Enmascarado de Plata
El Puño de la Muerte (1982) ... Santo,
el Enmascarado de Plata
Chanoc y el hijo del Santo vs. los
vampiros asesinos (1981) .... Santo, el Enmascarado de Plata (actuación
especial)
Santo contra el asesino de la T. V.
(1981) ... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo en la Frontera del Terror (1979)
... Santo, el Enmascarado de Plata
Misterio en las Bermudas (1977) ...
Santo, el Enmascarado de Plata
México de mis amores (1976) ... él
mismo (documental)
Santo en Oro Negro (La noche de San
Juan) (1975) ... Santo, el Enmascarado de Plata (coproducción con Puerto Rico)
Santo en el misterio de la Perla Negra
(1974) ... Santo, el Enmascarado de Plata (coproducción con Colombia y España)
La venganza de La Llorona (1974) ...
Santo, el Enmascarado de Plata
Santo contra el doctor Muerte (1973)
... Santo, el Enmascarado de Plata (coproducción con España)
Santo y Blue Demon contra el doctor
Frankestein (1973) .... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo vs. Las Lobas (1972) ... Santo,
el Enmascarado de Plata
Santo contra los Secuestradores (1972)
... Santo, el Enmascarado de Plata (coproducción con Ecuador)
Anónimo Mortal (1972) ... Santo, el
Enmascarado de Plata
Las bestias del Terror (1972) ...
Santo, el Enmascarado de Plata
Santo y Blue Demon contra Drácula y el
hombre lobo (1972) .... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo contra la Magia Negra (1972) ...
Santo, el Enmascarado de Plata (coproducción con Haití)
Misión suicida (1971) ... Santo, el
Enmascarado de Plata
Santo y el Águila Real (El águila
real) (1971) ... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo contra los Asesinos de otros
Mundos (Asesinos de otros mundos) (1971) .... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo vs. la Hija de Frankenstein
(1971) ... Santo, el Enmascarado de Plata
Las Momias de Guanajuato (1970) ...
Santo, el Enmascarado de Plata
Santo en la Venganza de la Momia
(1970) ... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo vs. la Mafia del Vicio (1970)
... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo contra los Jinetes del Terror
(1970) ... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo en la Venganza de las Mujeres
Vampiro (1970) .... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo frente a la Muerte (1969) ...
Santo, el Enmascarado de Plata (coproducción con Colombia y España)
Santo vs. los Cazadores de Cabezas
(1969) ... Santo, el Enmascarado de Plata
El mundo de los Muertos (1969) ... Caballero
enmascarado de plata/Santo, el Enmascarado de Plata
Santo y Blue Demon contra los
Monstruos (1969) ... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo contra Blue Demon en la
Atlántida (1969) ... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo contra Capulina (1968) ...
Santo, el Enmascarado de Plata
Santo en el Tesoro de Drácula (1968)
... Santo, el Enmascarado de Plata
El tesoro de Moctezuma (1966) ....
Santo, el Enmascarado de Plata
Operación 67 (1966) ... Santo, el
Enmascarado de Plata
Santo, el Enmascarado de Plata vs. los
Villanos del Ring (1966) ... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo, el Enmascarado de Plata vs. la
Invasión de los Marcianos (1966) ... Santo, el Enmascarado de Plata
El barón Brákola [tres episodios]
(1965) ... Santo, el Enmascarado de Plata/su antepasado
Profanadores de Tumbas (Los traficantes
de la muerte) (1965) ... Santo, el Enmascarado de Plata
Atacan las Brujas (1964) ... Santo, el
Enmascarado de Plata
El Hacha Diabólica (1964) .... Santo,
el Enmascarado de Plata
Blue Demon contra el Poder Satánico
(El poder satánico) (1964) ... Santo, el Enmascarado de Plata (actuación
especial)
Santo contra el Espectro (El Espectro
del Estrangulador) (1963) ... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo vs. el Estrangulador (1963) ... Santo,
el Enmascarado de Plata
Santo en el Museo de Cera (1963 ...
Santo, el Enmascarado de Plata
Santo vs. las Mujeres Vampiro (1962)
... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo contra el Cerebro Diabólico
(1961) ... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo en el Hotel de la Muerte (1961)
... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo contra el Rey del Crimen (1961)
... Santo, el Enmascarado de Plata
Santo contra los Zombies (1961) ...
Santo, el Enmascarado de Plata
Santo contra Hombres Infernales (1958)
... el Enmascarado (coproducción con Cuba)
Santo contra el Cerebro del Mal (Cerebro del
mal) (1958) ... el Enmascarado (coproducción con Cuba)
En Tulancingo existen dos
"monumentos" en su honor, la primera fue una estatua puesta en el
crucero Tulancingo- Acatlán, en la administración del presidente Dr. Jorge
Berganza Linares, que afortunadamente ya fue retirada de ahí, pues la burda forma de su creación era un
aberrante impacto visual.