jueves, 27 de agosto de 2020

CUANDO TE HABLEN DE MI


Cuando te hablen de mí, no escuches. Piensa que todo es mentira, que no soy así. Cuando te cuenten, escucha, pero no digas. No formes parte de todos esos que hablan sin saber, que no conocen y aun así mienten. No te unas a ellos, no vale la pena.

 

Cuando te digan que me vieron, desconfía. No de mí, sino de aquel que tergiversa la verdad en busca del beneficio propio. Lo más probable es que ni siquiera me hayan visto.

 

Cuando te susurren mis secretos, no los creas. Tengo muchos, sí, pero al ser precisamente secretos solamente hay una persona que los conoce. Y no, no es esa que susurra en tu oído, sino ésta que te escribe. Así que no les creas. Sé paciente, puede que llegue un día en que confíe tanto en ti como en mí mismo y decida compartirlos contigo.

 

Cuando escuches mi nombre en sus labios, no te preocupes, no pasa nada. Soy inmune ya a tanta habladuría, sobre todo cuando mi nombre parece haberse convertido en su saludo habitual.

 

Bueno, pues que saluden.

 

Cuando te hablen de mí, deja que sigan, que inventen lo que quieran. Piensa que esa gente vive su vida a través de la mía. No tienen nada mejor en qué ocupar su tiempo. Apiádate de ellos, pero no les interrumpas, que sigan hablando mientras yo, ajeno a tanta tontería, sigo viviendo.