A MEDIADOS DEL SIGLO XIV VIVÍA EN COLONIA (ALEMANIA) EL
SEÑOR DE ADUCHT CON SU MUJER RICHMODIS. EL MÁS TIERNO AMOR UNÍA A LOS ESPOSOS
EN UNA DICHA PERFECTA, Y AMBOS GOZABAN DE LA MEJOR REPUTACIÓN EN TODA LA
CIUDAD. ERAN INMENSAMENTE FELICES.
PERO ESTA
FELICIDAD SE VIO PRONTAMENTE TRUNCADA. EN 1357 LA PESTE ASOLÓ LA CIUDAD. LOS
HABITANTES CAÍAN MUERTOS EN MEDIO DE LAS CALLES Y AQUELLOS QUE NO PODÍAN SALIR
DE COLONIA ESPERABAN RESIGNADOS LA MUERTE. RICHMODIS FUE ATACADA DE LA EPIDEMIA
Y POCOS DÍAS DESPUÉS MURIÓ. POR LAS CIRCUNSTANCIAS NO SE PODÍA NI PENSAR EN UN
ENTIERRO SOLEMNE; POR TANTO, EL SEÑOR DE ADUCHT SE VIO FORZADO A ENTERRAR AL
MOMENTO A SU MUJER EN EL CEMENTERIO DE LOS SANTOS APÓSTOLES. SIN EMBARGO, PARA
HONRAR DE ALGUNA MANERA A LA DIFUNTA, QUISO QUE SUS JOYAS FUESEN ENTERRADAS CON
ELLA.
ASÍ SE HIZO.
PERO ESTO FUE ADVERTIDO POR LOS SEPULTUREROS, LOS CUALES, TENTADOS POR LA
CODICIA, UNA VEZ QUE LLEGÓ LA NOCHE, ABRIERON LA FOSA PARA ROBAR LAS RICAS
ALHAJAS. YA LLEVABAN COGIDAS VARIAS DE ÉSTAS, CUANDO, AL QUERER SACAR DE UNO DE
LOS DEDOS DE RICHMODIS UN MARAVILLOSO ANILLO, LA DAMA, QUE EN REALIDAD NO HABÍA
MUERTO, SINO QUE SOLAN1ENTE HABÍA SUFRIDO UN LETARGO, VOLVIÓ EN SÍ.
LOS
SEPULTUREROS, ESPANTADOS, HUYERON, Y LA SEÑORA, LEVANTÁNDOSE, SALIÓ DEL
CEMENTERIO Y SE DIRIGIÓ A SU CASA. CUANDO LLEGÓ A LA PUERTA, GOLPEÓ. ACUDIÓ UN
CRIADO Y PREGUNTÓ QUIÉN ERA EL QUE LLAMABA A TAN INTEMPESTIVAS HORAS. CUANDO
OYÓ LA VOZ DE SU SEÑORA QUE DECÍA “SOY YO”, TEMBLÓ DE ESPANTO Y FUE A AVISAR AL
SEÑOR DE ADUCHT. ÉSTE, CREYENDO QUE ERA UNA ALUCINACIÓN DEL CRIADO, CONTESTÓ:
-TAN IMPOSIBLE
ES QUE MI MUJER HAYA RESUCITADO COMO QUE MIS CABALLOS SUBAN A LA GUARDILLA.
PERO APENAS
HUBO PRONUNCIADO ESTAS PALABRAS, SE OYÓ UN ESTRÉPITO TERRIBLE Y EL SEÑOR DE
ADUCHT VIO ASOMBRADO QUE SUS CABALLOS, SALIENDO DE LAS CUADRAS, PENETRABAN EN
LA CASA Y SUBÍAN A LA GUARDILLA. ENTONCES EL CABALLERO, DOMINANDO SU ESPANTO,
CORRIÓ A LA PUERTA, LA ABRIÓ Y ENCONTRÓ A SU MUJER, RICHMODIS, A LA QUE ABRAZÓ
CON MUCHA TERNURA.
LA RESUCITADA
RECIBIÓ LOS MAYORES CUIDADOS. GRACIAS A ELLOS COBRÓ FUERZAS Y VIVIÓ DURANTE
MUCHOS AÑOS EN COMPAÑÍA DE SU MARIDO, ALABANDO SIEMPRE A DIOS POR EL GRAN FAVOR
OBRADO.