Al acostarnos, además de apagar el
móvil y el televisor, debemos procurar dejar las preocupaciones fuera de la
habitación.
Uno de los problemas habituales en la
actualidad es la falta de horas de sueño. Esto tiene muchas razones y, por otro
lado, varias consecuencias. Es imprescindible descansar a diario para poder
recuperar fuerzas, regenerar tejidos y dejar de lado el estrés, entre otros
beneficios. Si a eso le sumas el hecho de que siempre estamos nerviosos, seguro
que te vendrá bien leer el siguiente artículo, donde aprenderás ejercicios de
relajación para dormir profundamente.
El momento de dormir es sagrado.
Capaz ya lo sabes, si no, te lo
repetimos: la mente es muy poderosa. Pero atención, esto es para bien o para
mal. Podemos mejorar o empeorar la situación según cómo o qué pensemos. En el
caso particular de dormir, no se trata simplemente de apoyar la cabeza en una almohada
y “esperar” a que llegue el sueño, algunas veces más rápido que otras, sino de
relajarnos de manera tal que se convierta en una sensación maravillosa, que nos
haga dar un giro de 180°.
Existen muchas maneras naturales para
poder dormir bien y no tener que recurrir a pastillas o jarabes, tampoco dejar
la televisión encendida ni leer en la cama. Estos hábitos son negativos para la
salud y, en el caso de los fármacos, generan dependencia.
Se recomienda a su vez no mirar
películas, series o programas de TV que muestren violencia, muertes, malas
noticias, nos hagan llorar o nos den miedo, ya que el sistema nervioso central
estará excitado y desequilibrado para el momento de dormir, siendo más difícil
que esto ocurra.
En los tiempos actuales es muy
frecuente ir con el móvil a cualquier sitio, incluyendo la cama. Si un minuto
antes de apagar la luz y cerrar los ojos estamos enviando mensajes o chequeando
las redes sociales, será más difícil que podamos conciliar el sueño. Se
aconseja dejar el dispositivo lo más lejos posible de la cama por las noches y
desactivar internet.
Otro párrafo aparte merecen los malos
usos que hacemos de la habitación. Esto no quiere decir que esté mal desayunar
en la cama los fines de semana, pero sí acostarse a trabajar o a estudiar, por
ejemplo. Por más que tengas mucho sueño, no quieras “adelantar” para el parcial
o la entrega del informe que te ha ordenado tu supervisor. La cama no se usa
para el trabajo o para el estudio, recuérdalo bien.
Por último, la alimentación, que está
más que relacionada con la manera de dormir y descansar. Si tu cena ha sido
copiosa, llena de fritos, grasas y azúcares, si has bebido alcohol o café,
entonces, quizás pasen algunas horas antes de que puedas descansar como
corresponde. Más allá de cenar temprano y dejar pasar dos horas hasta
acostarte, es vital que comas poco, que no repitas el plato y que bebas un té
de hierbas, más saludables que la cafeína. Prefiere los alimentos crudos y no
demasiado elaborados. O come poca cantidad.
Ejercicio de relajación para poder
dormir toda la noche
Aprovechar las horas de sueño no es un
capricho ni una moda, sino una necesidad. Carga tu mente de pensamientos
positivos y descansa de verdad, de forma profunda y completamente reparadora.
Si duermes bien podrás dejar de lado el estrés, el cansancio excesivo, los
dolores musculares, las preocupaciones, la ansiedad y el nerviosismo.
¿Cómo lo logro? Con una técnica de
meditación que no falla y que además de los beneficios nombrados antes, puede
ayudar a sanar o tratar ciertas dolencias si se practica asiduamente. Una vez
que empieces a probarla no te arrepentirás y la seguirás todos los días.
Ten en cuenta que al principio la
mente rechazará la práctica y será un poco difícil que te concentres y relajes,
pero no fuerces la situación, no te enojes ni desistas. Si estás acostumbrado a
otras técnicas para dormir (como la televisión o los fármacos), te costará aún
más responder a los métodos naturales, pero no te rindas, tarde o temprano lo
lograrás.
Educa la mente meditando, no solo para
dormir bien por las noches, sino para lograr todo lo que te propongas. Sigue
estos pasos:
Cena liviano
Ya te hemos hablado de las
consecuencias de comer mucho por las noches. Si tu cuerpo está trabajando en la
digestión, no podrás hacer nada más. Si te acuestas justo en ese momento, te
sentirás muy pesado por la mañana o puede que te despiertes en la mitad de la
noche. Haz como muchas personas, que antes de dormir comen una fruta o un té
con galletas.
Hazte un masaje
Presiona las yemas de tus dedos (con
cuidado, sin clavar las uñas) en tu cuero cabelludo, desde la frente hacia la
nuca. Existen algunos aparatos que te pueden ayudar, o bien, solicita a un
familiar que te ayude en la áreas donde no alcanzas. Esto te llevará unos cinco
o diez minutos y ya estarás más que relajado.
Pon música tranquila
Si vives en la ciudad seguro que ya
estarás acostumbrado a los ruidos. Pero eso no quiere decir que sean buenos
para tu salud. Por una música tranquila, instrumental, de esa que se usa en las
clases de meditación o de yoga, de estilo hindú, budista o china. También
puedes oír música clásica. Existen también músicas que recuerdan ciertos
sonidos de la naturaleza, como el piar de los pájaros, la cascada de un río o
la lluvia al golpear en la ventana. ¡Prueba alguna de estas opciones hasta
encontrar la que más te ayude a relajarte!
Respira con consciencia
La respiración es un acto demasiado
maravilloso como para tomarlo a la ligera. Antes de ir a dormir, siéntate bien
derecho en el borde de la cama, la espalda recta y los hombros ligeramente
hacia atrás. Respira hondo por la nariz (puedes cerrar los ojos para relajarte
más), despacio, tres veces. Con cada exhalación imagina que estás eliminando
tensiones, estrés y preocupaciones. Cuando inhalas piensa que ingresa a tu
cuerpo una luz suave y serena que ilumina y sana.
Mueve los pies y las manos
En la misma posición, empieza a mover
los pies hacia arriba y hacia abajo, hacia los costados, haciendo círculos con
los tobillos, etc. Haz lo mismo con las manos y muñecas y verás qué buenos
resultados tiene. Irás a la cama feliz y relajada… y dormirás como un angelito.