En la zona conocida como Los Tuxtlas,
rodeado de espesa vegetación y a orillas de una laguna, se encuentra Catemaco,
uno de los poblados más enigmáticos por la gran variedad de plantas medicinales
que crecen a su alrededor. Por ello, también habitan desde hace décadas
importantes grupos de curanderos y brujos que han hecho suyas los secretos
milenarios de la naturaleza.