Cuando llega el verano, y con él el
calor, siempre tendemos a beber un poco más de la cuenta. Acción de que por el
calor, podemos beber más y sin embargo, esto se incluye una serie de mitos del
alcohol y el verano, que es una creencia popular, pero que en realidad no es
para nada cierto. Vamos a repasarlo, y vamos a analizar porque pensamos que se
puede beber más en verano sin emborracharnos.
En primer lugar, hay que decir que
esto se debe sobre todo, vacaciones. Es un estado mental realmente, y no sólo
es algo que pensamos nosotros, una forma de vida. Realmente, nuestro cerebro
cambia, cuando estamos de vacaciones. Y entonces se crea lo que se llama un
espacio liminal: es un espacio, donde las normales, son poco más flexibles. Por
eso en vacaciones, no somos tan rectos.
Y esto se puede dar en todos los
aspectos: tanto a la hora de ir de fiesta, de estar en un sitio nuevo, de comer
más de la cuenta, y de no tener ninguna limitación. En ningún aspecto. Claro,
que esto puedo llegar a ser peligroso, sobre todo cuando se mezcla el alcohol
con otras cosas. Así pues, realmente, no es que nos emborrachemos menos con las
bebidas. Es que pensamos que lo hacemos.
Así pues, también hay que añadir, que
algunas bebidas, que nos producen va hacer, mientras que hay otros que nos las
hacían. Así, cuando vamos de cervezas en verano, que es muy típico, pensamos
que nos estamos hidratando, y aun así, nos estamos emborrachando. Creemos que
podemos beber más de la cuenta, porque tenemos que hidratarlos. Pero es una
sensación nuestra que no es real.
Por eso, no nos cansaremos de decir
que este verano, hay que tener cuidado con el alcohol porque aunque pensemos que nos sacian la sed,
nos la aumenta, nos hace beber más, y como estamos en nuestro período de las
vacaciones, hace que pensemos que podemos soportarlo mejor. Y no es así.
Prevenir antes que curar.