miércoles, 9 de marzo de 2011

ALIMENTOS QUE LOS PERROS DEBEN EVITAR

Alimentos que los perros deben evitar. Los perros metabolizan los alimentos de manera diferente que nosotros y por eso hay algunos alimentos que pueden ser perjudiciales para los perros si se ingiere.


Si bien algunos de los alimentos sólo puede producir molestias digestivas leves, otros pueden causar enfermedades graves y en algunos casos, la muerte. Aquí tienes una tabla de alimentos comunes que debe evitar la alimentación de su perro.

1. Las bebidas alcohólicas puede causar intoxicación, reducir la frecuencia cardíaca, coma y muerte.

2. Aguacate: El aguacate contiene un elemento tóxico llamado Persin que pueden dañar el corazón, los pulmones y otros tejidos en muchos animales. Los aguacates son altos en contenido de grasa y pueden desencadenar un dolor de estómago, vómitos e incluso pancreatitis.

3. Alimentos para bebés puede contener cebolla en polvo, que pueden ser tóxicos para los perros. (Por favor vea a continuación la cebolla)

4. Los huesos de pescado, aves, u otras fuentes de la carne puede causar obstrucción o laceración del aparato digestivo, huesos cocidos pueden perforar a través de los órganos internos. Algunos huesos crudos son aceptables.

5. Comida de gato: Por lo general demasiado alta en proteínas y grasas alimenticios.

6. Chocolate, café, té y otras bebidas con cafeína contienen cafeína, teobromina, teofilina o, lo que puede ser tóxico – aumento de la frecuencia cardíaca y deprimen el sistema nervioso.

7. Extractos de aceite de cítricos puede causar vómitos.

8. Recortes de grasa puede causar pancreatitis debido a la abundancia de grasa en la sangre.

9. Las uvas y las pasas contienen una toxina desconocida, que puede dañar los riñones. No ha habido problemas asociados con el extracto de semilla de uva.

compuesto de lúpulo causas jadeos, aumento de la frecuencia cardíaca, temperatura elevada, convulsiones y muerte.

10. Suplementos que contienen hierro, las vitamina puede dañar el revestimiento del aparato digestivo y ser tóxicos para otros órganos como el hígado y los riñones.

11. Grandes cantidades de hígado puede causar toxicidad por vitamina A, que afecta a los músculos y los huesos.

12. Nueces de Macadamia contienen una toxina desconocida, que puede afectar a los sistemas digestivo y nervioso y muscular.

13. Cebolla y ajo – crudos, cocidos o en polvo: Contienen sulfóxidos y disulfuros, que puede dañar los glóbulos rojos y causar anemia. Los gatos son más susceptibles que los perros. El ajo es menos tóxico que la cebolla.

14. La marihuana puede deprimir el sistema nervioso, causa vómitos y cambiar el ritmo cardíaco.

15. Los productos lácteos y otros productos lácteos Algunos perros adultos carecen de suficientes cantidades de la enzima lactasa, que descompone la lactosa en la leche. Esto puede resultar en diarrea severa. productos lácteos sin lactosa están disponibles para los animales domésticos.

16. Moho o alimentos en mal estado, la basura puede contener múltiples toxinas que causan vómitos y diarrea, y también puede afectar otros órganos según el tipo de alimento que era.



AQUI HAY GATO ENCERRADO

Aquí hay gato encerrado. El español contiene numerosas expresiones cuyos orígenes son muy curiosos: normalmente, se basan en usos obsoletos, y se refieren a acciones y costumbres que han quedado relegadas por la modernidad.


Es el caso de la expresión “Aquí hay gato encerrado”, que indica que un asunto no está muy claro, que hay alguna trampa u oscurantismo de por medio. La sospecha de un asunto turbio es lo que lleva a pronunciar esta expresión que tanto escandaliza a los amantes de los animales.

El gato del dinero

Hay varias historias sobre el origen de la expresión. Hay quien afirma que los “gatos” eran, en la Edad Media, los monederos que llevaban las mujeres. Estos estaban escondidos entre sus ropas, para que no les fueran robados. De este hecho se acuñó la expresión “hay gato encerrado”, para referirse al monedero y su contenido.

Un origen muy parecido se aduce, ambientado en el siglo de Oro. Las bolsas con el dinero que portaban los hombres estaban hechas de piel de gato, por lo que pasaron a llamarse “gatos“.

Asimismo, “gato” también se denominaba, en el siglo XVII, al ladrón común, y ese mote fue el que, asimilado, dio como resultado que la bolsa con la pecunia se denominase igual.