Cuidar del medio ambiente y ser más
amigables con el planeta es mucho más sencillo de lo que pensamos. Basta con
tomar una serie de medidas en nuestro hogar para conseguir un impacto positivo
Adoptar medidas ecológicas dentro del
hogar no es una tarea que requiera demasiados esfuerzos o complicaciones.
En primer lugar, debemos ser
conscientes de los impactos que pueden tener nuestras acciones en el entorno,
ya sea para bien o para mal.
Las decisiones que tomamos a lo largo
de la jornada son las que definen qué tan agresores o ecológicos somos con el
ambiente que nos rodea.
Debido a esto, es importante aprender
a ser más responsables y tener toda la voluntad para convertirlo en un estilo
de vida.
Por muy pequeño que parezca el cambio,
sus efectos en el ambiente contribuyen a reducir la contaminación y el
deterioro.
A continuación te damos 7 buenos
consejos para que comiences ahora mismo.
¿Te animas?
1.
No desperdicies el
agua
A pesar de los llamados de atención
que se han hecho mundialmente sobre el uso responsable del agua, aún son muchos los registros de gasto excesivo y
desperdicio.
Por si no lo sabías, un grifo que
gotea puede llegar a perder hasta 30 litros de agua al día. Si a esto le
sumamos el no cerrar la llave al lavarse los dientes o afeitarse, hemos de
saber que se pierden 10 litros más.
Para ahorrar se recomienda revisar con
regularidad todos los grifos, tomar duchas cortas y utilizar la lavadora con
cargas de ropa completas.
2. Separar las basuras
Un poco más del 50% de lo que
consideramos basura en realidad no lo es. El inconveniente es que muchos
dificultan la tarea de los recicladores porque no tienen la buena costumbre de
separar las basuras en contenedores para cada tipo de residuo.
Es importante aprender a diferenciar
cada tipo de material y separarlos por categorías de reciclables y orgánicos.
1. Usar contenedores reutilizables
Estas no solo resultan más costosas a
largo plazo, sino que son contaminantes y tardan muchos años en descomponerse
en el ambiente.
La solución para no utilizarlas nunca
más es adquirir un contenedor reutilizable de aluminio o plástico.
Este se puede desinfectar varias veces
a la semana para que no acumule bacterias y malos olores.
4. Utilizar bolsas de tela
En los últimos años ha crecido la
tendencia de utilizar bolsas de tela en lugar de las de plástico ya que son más
finas y pueden utilizarse cientos de veces al ir al mercado.
Las bolsas están elaboradas en nailon,
algodón y otros materiales que permiten guardar todos los alimentos y productos
de forma segura y práctica.
Asegúrate de limpiarlas tras finalizar
cada uso para que queden listas para una siguiente compra. ¡No salgas sin
ellas!
5. Cuidar el consumo energético
Algo tan simple como apagar las
bombillas que no se están utilizando y reducir el uso de aparatos electrónicos
puede contribuir de forma significativa con el ambiente.
Las bombillas amarillas ya son cosa
del pasado y, en lo posible, se deben sustituir por las de bajo consumo.
Estas medidas no solo te harán sentir
mejor, sino que se notará en la factura mensual.
6. Reciclar y reutilizar todo lo que
sea posible
Las costumbres de reciclar y
reutilizar son fáciles de incorporar en la rutina y representan la mejor forma
de reducir el número de residuos.
Muchos de los materiales y elementos
que ya no nos sirven en el hogar se pueden transformar en otra cosa, o bien,
pueden ayudarle a alguien más.
Si no eres buena para las manualidades
con objetos de reciclaje, lleva el material hasta un centro especializado para
que le den su uso correspondiente.
7. Emplear productos de limpieza
ecológicos
El uso diario de productos de limpieza
ecológicos es una gran elección para disminuir el impacto ambiental y la
contaminación del agua.
Por desgracia, esos efectivos
artículos de higiene comerciales están llenos de químicos agresivos para la
piel, la salud respiratoria y el entorno.
Lo bueno es que la mayoría se pueden
sustituir por ingredientes de origen natural cuyas propiedades facilitan las
tareas de limpieza y desinfección.
Entre los recomendados se destacan:
El bicarbonato de sodio
El vinagre blanco
El bórax
El agua oxigenada
El jugo de limón
La sal
Los aceites esenciales
Como puedes ver, es muy fácil empezar
a cuidar el entorno desde las actividades cotidianas en el hogar. Ten en cuenta
las recomendaciones citadas y conviértelas en hábitos para todos los días.