¿Te has topado con algún fantasma en
la playa recientemente? ¿Sentiste alguna presencia extraña caminando por las
calles cercanas a la costa? ¡Puede tratarse de Robert Barrett!. En el lejano
siglo XVI, la segunda mitad para ser más exactos, un famoso y muy conocido
capitán británico bajo el nombre de Robert Barret estaba en boca de todo el
mundo. Con innumerables hazañas, logros e historias, el capitán Barret
maravillaba a todos, con una reputación intachable.
Sin embargo, para 1568, el héroe
reconocido en la capital de la Nueva España, enfrentó un capítulo que manchó su
historia y de hecho, acabó con ella en definitiva.
El hábil y dedicado marino fue
capturado por la Santa Inquisición luego de descubrirse el origen de su fortuna
y buena posición, ya que más allá de su admirable trayectoria en los mares,
Robert también era conocido como el pirata Barret, un temible saqueador que
azotaba cada puerto de las distintas regiones, acrecentando sus riquezas por
medio de un grave delito.
El fantasma del pirataAl ser
reconocido por distintas personas y posteriormente capturado, aquel pirata no
tuvo otra opción que confesar cada crimen cometido y entregarse ante la
justicia, lo que provocó que fuese encarcelado y trasladado hasta Texcoco,
luego de perder su cargo en la fuerza naval del momento.
Encerrado en la famosa Casa del
Obraje, Barret fue investigado a fondo y condenado a la horca por sus crímenes.
Luego de morir, los años hicieron su trabajo y en aquel lugar de la horca
creció un árbol que aún se admira, pero que a la vez aterra.
Se dice que bajo la sombra de aquel
árbol, se puede observar la silueta de una persona, tal vez con ropa algo roída
y un sombrero característico, quién sabe. Lo cierto es que esta silueta
fantasmal se encarga de asustar a todo aquel que vague por esas calles a altas
horas de la noche.