jueves, 15 de octubre de 2009

GRADUACION



Un joven muchacho estaba a punto de graduarse de preparatoria, hacía muchos meses que admiraba un hermoso auto deportivo en una agencia de autos, sabiendo que su padre podría comprárselo le dijo que ese auto era todo lo que quería.


Así como se acercaba el día de Graduación, el joven esperaba por ver alguna señal de que su padre hubiese comprado el auto.


Finalmente, en la mañana del día de Graduación, su padre le llamó a que fuera a su privado. Le dijo lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo amaba.


El padre tenía en sus manos una hermosa caja de regalo. Curioso y de algún modo decepcionado, el joven abrió la caja y lo que encontró fue una hermosa Biblia de cubierta de piel y con su nombre escrito con letras de oro.


Enojado le gritó a su padre diciendo: "con todo el dinero que tienes, y lo único que me das ¿es esta Biblia?" y salió de la casa.


Pasaron muchos años y el joven se convirtió en un exitoso hombre de negocios.


Tenía una hermosa casa y una bonita familia, pero cuando supo que su padre que ya era anciano estaba muy enfermo, pensó en visitarlo.


No lo había vuelto a ver desde el día de su Graduación.


Antes que pudiera partir para verlo, recibió un telegrama donde decía que su padre había muerto, y le había heredado todas sus posesiones, por lo cual necesitaba urgentemente ir a la casa de su padre para arreglar todos los trámites de inmediato.


Cuando llegó a la casa de su padre, una tristeza y arrepentimiento llenó su corazón de pronto.


Empezó a ver todos los documentos importantes que su padre tenia y encontró la Biblia que en aquella ocasión su padre le había dado. Con lágrimas, la abrió y empezó a hojear sus páginas. Su padre cuidadosamente había subrayado un verso en Mateo 7:11 "Y si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dadivas a vuestros hijos, cuanto más nuestro Padre Celestial dará a sus hijos aquello que le pidan?"


Mientras leía esas palabras, unas llaves de auto cayeron de la Biblia.


Tenían una tarjeta de la agencia de autos donde había visto ese auto deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha del día de su graduación y las palabras:


"TOTALMENTE PAGADO".


¿Cuántas veces hemos rechazado y perdido las Bendiciones de Dios porque no vienen envueltas en paquetes hermosos, como nosotros esperamos?

Desconozco su autor

CAMBIA LA FORMA DE VER LAS COSAS, Y LAS COSAS CAMBIARÁN DE FORMA.



Quejarnos se ha convertido en una pandemia.


¿Has notado que siempre hay algo de que quejarse? El clima, el tránsito, la inseguridad en las calles, las mentiras de los políticos, la salud, el dinero que no alcanza, etc., etc. Lo único que ganamos con la QUEJA es sentirnos peor.


“Cuando criticamos, nos quejamos o juzgamos, estamos emitiendo una energía discordante. Esta energía, por la Ley de Atracción, será devuelta a nosotros pero multiplicada. Esto alimenta aquello de lo que nos quejamos y lo hacemos más grande”


Con la queja te conectas con campos de baja energía que te debilitan, te hacen vulnerable a enfermedades, conflictos sociales y carencias. Por el contrario si hablas de GRATITUD te conectas a campos de ALTA energía, en los niveles donde se desarrolla el poder personal.

Nuestra propuesta es simple.


ABANDONAS LA QUEJA Y, TE LLENAS DE GRATITUD


“Quejarse no debe confundirse con la crítica constructiva a través de la cual le haces saber a alguien que ha cometido un error o que tiene alguna deficiencia de modo tal que pueda mejorar. Y abstenerse de quejarse no necesariamente significa soportar malas conductas o actitudes. No hay nada de malo en decirle al camarero que la sopa está fría y que necesita ser calentada; si te ciñes a los hechos, que son siempre neutrales. -¿PERO CÓMO ME DAS LA SOPA FRÍA?- Eso es quejarse”.