Cuando la vida se hace demasiado pesada y desees escapar de todo, detente. Quédate muy calmo y busca dentro de tu corazón. Piensa en estas cosas; luego, haz algo al respecto.
La vida es lo que haces de ella. Eileen Caddy
¿Cuáles son tus recursos? Es hora de descubrirlos para saber con qué cuentas, no sólo para el trabajo, sino para tu vida en general. Todo lo que no reconozcas como recurso actual es el potencial con que estás dotado. Recurre a tu creatividad para desarrollarlo.
¡ESTAS VIVO!
Sé conciente de esta maravilla. Regocíjate, disfrútalo, bendícelo.
Cada día es una nueva oportunidad.
TIENES UN CUERPO. Puedes ver, oler, saborear, oír y tocar. Eres capaz de moverte, caminar, hablar, sentir y pensar. Aún cuando no puedas alguna de estas cosas (o estés limitado), sigues teniendo un cuerpo increíblemente potente y espléndido. Recuerda: “nadie valora lo que tiene hasta que lo pierde”. No esperes darte cuenta de lo valioso de tus capacidades cuando no las tengas. Cada día agradécelas… ¡y úsalas! La vida es un festín para los sentidos, en tu corazón están infinitas posibilidades de hermosos sentimientos, tu mente puede abrirse a múltiples ideas.
TU ERES UNICO, IRREPETIBLE, ORIGINAL. No hay nadie en este mundo exactamente como tú. Eres un ser digno de lo mejor, no importa tu origen, tu nivel económico o intelectual, tus circunstancias ni tu pasado. Tú eres una manifestación de la Vida, puro en esencia, compartiendo este planeta con muchos otros diferentes e iguales; distintos como individuos únicos en expresión, iguales porque todos poseemos Ser, es decir, Esencia de Dios.
ESTAS SANO.
Podrás estar enfermo en algunos órdenes, pero en otros no y, mientras estés vivo, la sanación es un don con el que cuentas.
POSEES LA LIBERTAD DE ELEGIR. Gozas de libre albedrío. Vino contigo, te es renovado en cada instante: ¿lo estás usando?, ¿eres conciente de tu capacidad continua de decisión y elección?
TIENES EL PODER DE CRECER. Hasta el fin de tus días, tu cuerpo se regenera y tu mente puede cambiar y desarrollarse. ¿Te quedaste en la infancia, en los sucesos desgraciados, en las “buenas épocas”?. Ahora puedes seguir creciendo, en un proceso que lleve toda tu vida.
LA CREATIVIDAD ES TU HERENCIA. Tú eres una creación de la Creación y todes creación.
¿Muy redundante? Otra vez, ¡sé creativo!, en cualquier orden, con cualquier cosa, en cualquier circunstancia. ¿Te diste cuenta que crear y creer se diferencian en una sola letra? No es casualidad: cree y crea.
EL PRESENTE ES LO UNICO QUE TIENES. Ayer es historia, mañana es misterio, hoy es un regalo; por eso, se lo llama el “presente”.
TU ERES EL RESPONSABLE DE LO QUE ERES. Hay muchas cosas, situaciones, personas que no puedes (ni debes) controlar, pero tus respuestas, tu actitud, tu visión, tu respiración, tus pensamientos, en definitiva, tu cuerpomente unido en armonía es tu responsabilidad. ¡Asume el poder de tu vida!
LA FE MUEVE MONTAÑAS. Ve confiando poco a poco que el proceso de la vida te va llevando hacia tu mejor destino. La vida es incertidumbre. Fluye con ella y ten fe.
LA AUTOVALORACION ES ESENCIAL. ¿Vives amargado y enojado por lo que hiciste o no hiciste?, ¿por lo que te hicieron?, ¿por lo que no desarrollaste?, ¿por donde estás? Nada de esto funciona; estás perdiendo el tiempo y la vida. Perdónate, perdona y sigue adelante. Conócete a fondo, acéptate en tus luces y sombras y valora tu vida en su magnitud.
TOMA CONCIENCIA DE LA TRAMA. Tú vives en una red de conexiones y vínculos. Contigo mismo, tu familia, amigos, conocidos, comunidad, lugar, planeta, universo. Todos estos niveles y enlaces se entrecruzan y todos son importantes y cambiantes. Cualquier persona puede ser un nuevo amigo, socio, compañero de
aventura, consejero. Conéctate.
TODOS TENEMOS TODAS LAS VIRTUDES. Los seres humanos somos cócteles con los mismos ingredientes, la única diferencia está en las cantidades. Quizás, tú has estado abusando de algunos (miedo, desesperanza, exigencia) y no has usado otros que también están en ti (valor, creatividad, autoestima, alegría). Cambia de cantidades y haz de tu vida un rico cóctel, digno de saborearse trago a trago.
TEN EN CUENTA TUS CONOCIMIENTOS. ¿Qué estudios, lecturas, cursos, hobbies, habilidades, talentos, prácticas tienes? Escríbelos: cualquiera de ellos puede ser la llave para un nuevo trabajo o posibilidad.
POTENCIA TU EXPERIENCIA LABORAL. No importa si es poca, mucha, limitada, variada, nula. Seguramente, sabes.
¿Cómo puedes aprovecharlo?
¿Qué te gusta hacer?
¿Qué puedes crear, inventar?
¿Qué te falta?
¿Qué puedes aportar? ¿Qué puedes innovar?
¿Cuál es tu “marca personal”, tu plus, en qué te diferencias de otros?
¿A quién le puede servir? ¿Qué se necesita?
¿Con quien puedes asociarte?
Con todo lo que eres y sabes, ¿cómo juntas eso en un trabajo a tu medida?
HAZ UNA “LISTA DE EXITOS”. Escribe cada cosa en la que piensas que eres o fuiste exitoso o que hiciste bien en algún momento. Incluye todas las áreas, no sólo el trabajo. El propósito es que te des cuenta de tus habilidades, lo cual te dará ideas, creatividad y energía para lograr más cosas.
ESCRIBE UNA LISTA DE PERSONAS “COOPERANTES”: gente que conoces y que te pueden ayudar para iniciar el cambio que te propones (aunque sea con un mínimo dato o con apoyo e impulso -¡importantísimo!-). Agrega también las que no conoces, pero podrías contactar o… encontrar.
TU YA TIENES RECURSOS MATERIALES. Puedes estar muy endeudado, creer que posees poco, estar en el fondo, pero te aseguro que tienes un capital que no estás considerando o uno que puedes conseguir. Si piensas que podrías estar mejor, piensa que podrías estar peor. Tendemos a comparar para “arriba” y no vemos que también podríamos estar más “abajo”. Valora lo que tienes y susténtate en eso.
APOYATE EN LAS PERSONAS QUE CONOCES. Hazlo y también apoya. No importa lo mal que estés, siempre hay alguien que está peor que tú. No olvides ser solidario. Cada momento que te lamentas, es un momento perdido para conectarte con otro, estrechar una mano, dar una palabra de aliento y brindarse fuerza mutuamente.
ESCRIBE UNA AUTOBIOGRAFÍA POSITIVA
Cuenta, animadamente, los hechos más hermosos, notables, motivantes, tiernos, divertidos, emotivos que marcaron tu vida. No escribas ninguna experiencia negativa o “buena, pero”, porque de esa manera la estás
diluyendo.
Rescata de los momentos difíciles el valioso aprendizaje que ellos significaron para ti. Si nunca lo pensaste así, comienza a hacerlo. En la próxima Lección, apreciarás más sobre la importancia de aprender de cualquier experiencia. Puedes empezar desde antes de tu nacimiento (cuando tus padres se conocieron) y relatar hasta el día de hoy. Si hay cosas que no conoces, averígualas o… ¡invéntalas!
La memoria es completamente subjetiva: si te contaste una historia llena de desgracias y problemas es porque no estás valorando todo lo bueno, enriquecedor, solidario, valiente, bello que también has vivido… y que puedes vivir.
Una parte fundamental: ¿cómo deseas que continúe? Escribe tu futuro en presente, como si fuera hoy, como si YA lo estuvieras viviendo: cómo es tu día, con qué personas te relacionas, qué trabajo tienes, cómo te sientes, qué actitudes tienes, cómo usas los recursos que posees, qué potencial desarrollas.
Hazlo tan corto o largo, simple o complicado como quieras, pero involúcrate de cuerpo y alma con tu relato. Cuanta más pasión pongas y más claramente lo veas, más rápidamente será real. No escribas cómo llegar allí, ni algo cerrado y “seguro”: deja que la Vida te vaya sorprendiendo con cosas mejores que las que pudiste soñar.
RESPIRA, SIENTETE APOYADO POR LA VIDA, TEN UNA ACTITUD POSITIVA, CREADORA Y ALEGRE Y AGRADECE TODO.
MEDITACIÓN DE GRATITUD
Al finalizar el día, siéntate delante de tu mesa (o hazlo en tu cama, antes de dormir). Dedica unos momentos a revisar el día. Recuerda todas las cosas agradables que te ocurrieron con personas y acontecimientos y también lo que fue desagradable o difícil. Cierra los ojos y deja que surjan uno a uno los sucesos. Contempla cada una de las experiencias agradables y agradece los dones o regalos que han llegado a tu vida hoy. En silencio, identifica cualquier sentimiento de gratitud que sientas por cada persona o acontecimiento y tómate tiempo para abrir el corazón y recibir el regalo de esa experiencia. Dando las gracias por cada regalo, deja que surja y desaparezca cada imagen hasta que te sientas completo.
Después, comienza a recordar las experiencias desagradables del día. Centra la atención en un incidente o encuentro particularmente doloroso. Trata de poner gratitud en ese recuerdo. ¿Qué observas cuando practicas el agradecimiento por algo doloroso? ¿Qué emociones te surgen? ¿Te calma o te enfurece? ¿Te resulta fácil o difícil? ¿Qué enseñanza te aparece en relación a ello? Continúa con una imagen, dando las gracias repetidamente porque haya formado parte de tu día. Agradece las enseñanzas que te ha aportado, aquello que te ayudó a observar o conocer de ti mismo. Uno a uno, ve poniendo gratitud en cada recuerdo doloroso.
Por último, da gracias por tu vida. Dedica un momento a enumerar explícitamente todos los aspectos de ella. Ejercítate en citar con gratitud tu respiración, tu cuerpo, las personas que quieres, los colores del día, tu casa, tu alimento, tu capacidad, tus dones, tu libertad de elección, tu inteligencia, tu poder. Contempla los regalos que te vengan a la mente y di una palabra de gratitud por todo lo que tienes y por todo lo que has llegado a ser.
Observa qué ocurre en tu cuerpo cuando practicas la gratitud. ¿Qué emociones surgen? Después de practicar esta Meditación una semana, ¿qué percibes en tu percepción de la vida? Con la gratitud, abres la puerta a la alegría, a la abundancia, al amor.
LAURA FOLETTO